1.Samuel 17 | La Biblia Textual Schlachter 2000

1.Samuel 17 | La Biblia Textual

Goliat

1 Los filisteos reunieron sus tropas para la guerra, y se concentraron en Soco, que pertenece a Judá, y acamparon entre Soco y Azeca, en Efes-damim. 2 Y Saúl y los hombres de Israel se reunieron y acamparon en el valle de Ela, y dispusieron batalla contra los filisteos. 3 Los filisteos estaban a un lado sobre una colina, y los de Israel al otro lado sobre otra colina, y el valle estaba entre ellos. 4 Y de entre el campamento de los filisteos salió un retador llamado Goliat, de Gat, cuya altura era de seis codos y un palmo. 5 Llevaba un yelmo de bronce en la cabeza, e iba vestido con una cota de malla de bronce que pesaba cinco mil siclos. 6 Sobre sus piernas llevaba grebas de hierro, y una jabalina de bronce entre sus hombros. 7 El asta de su lanza era como un rodillo de tejedores, y la punta de su lanza tenía seiscientos siclos de hierro, y el escudero iba delante de él. 8 Y se paró y gritó a las filas de Israel, diciéndoles: ¿Por qué habéis salido a poneros en orden de batalla? ¿Acaso no soy yo filisteo y vosotros siervos de Saúl? ¡Escogeos un varón que venga contra mí! 9 Si es capaz de guerrear conmigo y matarme, entonces seremos vuestros siervos, pero si yo lo venzo y lo mato, entonces vosotros seréis nuestros siervos y nos serviréis. 10 Y añadió el filisteo: ¡Hoy yo afrento al ejército de Israel! ¡Dadme un varón que luche contra mí! 11 Cuando Saúl y todos los de Israel oyeron las palabras del filisteo, se acobardaron y tuvieron mucho temor. 12 Ahora bien, David era hijo de un hombre efrateo de Bet-léhem de Judá, cuyo nombre era Isaí, el cual tenía ocho hijos. En tiempos de Saúl, este hombre era ya anciano, de edad muy avanzada. 13 Y los tres hijos mayores de Isaí habían ido con Saúl a la guerra. Los nombres de los tres hijos que habían ido a la guerra eran: Eliab, el primogénito, Abinadab, el segundo, Samma, el tercero, 14 y David era el menor. Fueron pues los tres mayores en pos de Saúl, 15 pero David se había apartado de Saúl y había vuelto a apacentar el rebaño de su padre en Bet-léhem. 16 Y el filisteo se aproximaba y se plantaba allí mañana y tarde, y así lo hizo durante cuarenta días. 17 E Isaí dijo a su hijo David: Lleva ahora a tus hermanos un efa de este grano tostado y estos diez panes y corre, llévaselo a tus hermanos en el campamento, 18 juntamente con estos diez quesos de leche para el jefe de mil, y comprueba si tus hermanos están bien, y toma prenda de ellos, 19 pues Saúl y ellos, y todos los hombres de Israel están luchando contra los filisteos en el valle de Ela. 20 Y madrugó David a la mañana siguiente, y dejando el rebaño al cuidado de un pastor, cargó y partió, tal como Isaí le había mandado, y llegó al atrincheramiento en momentos en que el ejército estaba saliendo al frente y dando el grito de batalla. 21 E Israel y los filisteos se habían colocado en orden de batalla ejército contra ejército. 22 Y David dejó su carga junto al guardián del bagaje y corrió al frente de batalla, y entró a saludar a sus hermanos. 23 Y cuando conversaba con ellos, he aquí que el retador llamado Goliat el filisteo, natural de Gat, salió de las filas de los filisteos y habló las mismas palabras, y David las oyó. 24 Y todos los hombres de Israel, cuando veían a aquel hombre, huían de él aterrorizados. 25 Y los hombres de Israel se decían: ¿Habéis visto a este hombre que sube? Ciertamente sube para afrentar a Israel, y será que el varón que lo mate, el rey lo enriquecerá con grandes riquezas, y le dará su hija, y hará la casa de su padre libre de tributos en Israel. 26 Y preguntó David a los varones que estaban junto a él, diciendo: ¿Qué se hará al varón que mate a ese filisteo y quite la afrenta de Israel? Porque ¿quién es este filisteo incircunciso para que afrente a los escuadrones del Dios viviente? 27 Y la gente le respondió de aquella manera, diciendo: Así se hará al varón que lo mate. 28 Pero Eliab, su hermano mayor, lo oyó hablar con aquellos varones, y se encendió la ira de Eliab contra David, y dijo: ¿Para qué has venido? ¿Con quién dejaste esas pocas ovejas en el desierto? ¡Yo conozco tu presuntuosidad y la malicia de tu corazón, que has venido para ver la batalla! 29 David respondió: ¿Qué he hecho yo ahora? ¿No fue sólo una pregunta? 30 Y se apartó de su lado hacia otro, y preguntó de igual manera, y la gente le respondió lo mismo que antes. 31 Y cuando fueron oídas las palabras dichas por David, se las refirieron a Saúl, quien lo hizo llamar. 32 Y David dijo a Saúl: No desfallezca el corazón de ningún hombre por causa de él. Tu siervo irá y peleará contra ese filisteo. 33 Pero Saúl respondió a David: No podrás ir contra ese filisteo para pelear contra él, porque tú eres un muchacho, y él es hombre de guerra desde su juventud. 34 Pero David respondió a Saúl: Tu siervo es pastor de las ovejas de su padre, y si viene un león o un oso y se lleva algún cordero del rebaño, 35 salgo tras él, y lo apaleo y se lo quito de la boca, y si me ataca, lo agarro por la quijada y lo golpeo hasta matarlo. 36 Sea león o sea oso, tu siervo los ha matado, y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha desafiado a los escuadrones del Dios viviente. 37 Y añadió David: YHVH, quien me ha librado de la garra del león y de la garra del oso, Él también me librará de la mano de este filisteo. Entonces Saúl dijo a David: Ve, y YHVH sea contigo. 38 Y Saúl hizo vestir a David con sus propias vestiduras, y le puso un yelmo de bronce en su cabeza, y lo armó de una coraza; 39 y sobre la armadura le ciñó su propia espada. David intentó andar, porque nunca había hecho la prueba. Luego dijo David a Saúl: Con esto no puedo andar, porque no estoy entrenado. Y David echó de sí aquellas cosas, 40 y tomando su cayado en la mano, escogió cinco cantos del arroyo, se los echó al zurrón, al saco pastoril que traía, y empuñando su honda se acercó al filisteo. 41 Y el filisteo caminaba acercándose a David, y su escudero iba delante de él. 42 Cuando el filisteo miró en derredor y vio a David, lo despreció, porque era un mozalbete rubio y bien parecido. 43 Y el filisteo preguntó a David: ¿Soy yo acaso un perro para que vengas a mí con palos? Y el filisteo maldijo a David invocando a su dios. 44 Y el filisteo dijo a David: ¡Ven a mí, que daré tu carne a las aves de los cielos y a las bestias del campo! 45 Entonces David respondió al filisteo: Tú vienes contra mí con espada y lanza y jabalina, pero yo voy contra ti en el nombre de YHVH Sebaot, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. 46 Hoy YHVH te entregará en mi mano, y yo te heriré, y te cortaré la cabeza, y entregaré la carroña del campamento de los filisteos a las aves de los cielos y a las bestias de la tierra, para que toda la tierra sepa que hay ’Elohim en Israel, 47 y toda esta gente sepa que YHVH no salva con la espada y la lanza, por cuanto esta batalla es de YHVH, y Él os entregará en nuestra mano. 48 Y sucedió que cuando el filisteo se puso en marcha para ir al encuentro de David, se apresuró David a correr hacia la línea de batalla, al encuentro del filisteo. 49 Y metiendo David su mano en el zurrón, sacó de allí una piedra y la arrojó con la honda, e hirió al filisteo en la frente, y la piedra quedó hincada en su frente, y él cayó sobre su rostro en tierra. 50 Así David prevaleció sobre el filisteo con la honda y con la piedra, pues hirió al filisteo y lo mató, pero no había espada en mano de David. 51 Por lo cual corrió David, y poniéndose en pie sobre el filisteo, tomó su espada, la sacó de su vaina, y lo mató, y con ella le cortó la cabeza. Y los filisteos, viendo que su paladín había muerto, huyeron. 52 Entonces los hombres de Israel y de Judá se levantaron, gritaron y persiguieron a los filisteos hasta llegar a Gat y a las puertas de Ecrón. Y los caídos de entre los filisteos yacían por el camino de Saraim, hasta Gat y hasta Ecrón. 53 Y los hijos de Israel se volvieron de perseguir a los filisteos, y saquearon sus campamentos. 54 Y tomó David la cabeza del filisteo y la llevó a Jerusalem, pero las armas de él las puso en su propia tienda. 55 Cuando Saúl vio a David que salía a encontrarse con el filisteo, había dicho a Abner, capitán del ejército: Abner, ¿de quién es hijo ese muchacho? Y Abner respondió: 56 ¡Vive tu alma, oh rey, que no lo sé! Y el rey dijo: Averigua tú de quién es hijo ese muchacho. 57 Y al volver David de matar al filisteo, Abner lo tomó y lo llevó delante de Saúl, con la cabeza del filisteo en su mano. 58 Y le preguntó Saúl: Joven, ¿de quién eres hijo? Y David respondió: Soy hijo de tu siervo Isaí de Bet-léhem.

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Schlachter 2000

Goliath verhöhnt das Heer Israels

1 Die Philister aber zogen ihre Heere zum Kampf zusammen und versammelten sich bei Socho in Juda, und sie lagerten sich zwischen Socho und Aseka, bei Ephes-Dammin. 2 Auch Saul und die Männer von Israel sammelten sich und schlugen ihr Lager im Terebinthental auf, und sie rüsteten sich zum Kampf gegen die Philister. 3 Und die Philister standen am jenseitigen Berg, die Israeliten aber am diesseitigen Berg, und das Tal lag zwischen ihnen. 4 Da trat aus dem Lager der Philister ein Vorkämpfer hervor mit Namen Goliath, aus Gat; der war sechs Ellen und eine Spanne groß*. 5 Er hatte einen ehernen Helm auf seinem Kopf und trug einen Schuppenpanzer, und das Gewicht seines Panzers betrug 5 000 Schekel Erz. 6 Und er hatte eherne Schienen an seinen Beinen und einen ehernen Wurfspieß auf dem Rücken, 7 und der Schaft seines Speeres war wie ein Weberbaum, und die Spitze seines Speeres wog 600 Schekel Eisen; und der Schildträger ging vor ihm her. 8 Und er stellte sich hin und rief den Schlachtreihen Israels zu und sprach zu ihnen: Weshalb seid ihr ausgezogen, um euch für den Kampf zu rüsten? Bin ich nicht ein Philister, und ihr seid Sauls Knechte? Erwählt euch einen Mann, der zu mir herabkommen soll! 9 Wenn er mit mir kämpfen kann und mich erschlägt, so wollen wir eure Knechte sein; wenn ich aber im Kampf mit ihm siege und ihn erschlage, so sollt ihr unsere Knechte sein und uns dienen! 10 Und weiter sprach der Philister: Ich habe am heutigen Tag die Schlachtreihen Israels verhöhnt; gebt mir einen Mann, und lasst uns miteinander kämpfen! 11 Als Saul und ganz Israel diese Worte des Philisters hörten, entsetzten sie sich und fürchteten sich sehr.

David kommt zum Heer

12 David aber war der Sohn jenes Ephratiters aus Bethlehem-Juda, der Isai hieß und acht Söhne hatte; dieser Mann war zu Sauls Zeiten schon alt und betagt unter den Männern. 13 Und die drei ältesten Söhne Isais waren mit Saul in den Krieg gezogen; und von den drei Söhnen, die in den Krieg gezogen waren, hieß der erstgeborene Eliab, der zweite Abinadab und der dritte Schamma; 14 David aber war der jüngste. Als nun die drei ältesten mit Saul [in den Krieg] gezogen waren, 15 da ging David wieder von Saul weg, um in Bethlehem die Schafe seines Vaters zu hüten. 16 Der Philister aber kam morgens und abends her und stellte sich 40 Tage lang hin. 17 Isai aber sprach zu seinem Sohn David: Nimm doch für deine Brüder dieses Epha geröstetes Korn und diese zehn Brote und bringe sie schnell zu deinen Brüdern ins Lager. 18 Und diese zehn Stück Käse bringe dem Obersten über ihre Tausendschaft; und sieh nach deinen Brüdern, ob es ihnen gut geht, und bring ein Zeichen von ihnen mit! 19 Saul und sie und alle Männer von Israel sind nämlich im Terebinthental und kämpfen gegen die Philister! 20 Da machte sich David am Morgen früh auf und überließ die Schafe einem Hüter; und er nahm [die Geschenke] und ging hin, wie Isai ihm geboten hatte; und er kam zur Wagenburg, als das Heer gerade ausgezogen war, um sich in der Schlachtreihe aufzustellen, und sie das Kriegsgeschrei erhoben hatten. 21 Und Israel und die Philister stellten sich auf: eine Schlachtreihe gegen die andere. 22 Da ließ David die Sachen, die er trug, unter der Hand des Gepäckhüters und lief zur Schlachtreihe, und er ging hinein und fragte seine Brüder nach ihrem Wohlergehen. 23 Während er noch mit ihnen redete, siehe, da kam der Vorkämpfer mit Namen Goliath, der Philister aus Gat, aus den Schlachtreihen der Philister herauf und redete wie zuvor, sodass David es hörte. 24 Aber alle Männer von Israel flohen vor dem Mann, sobald sie ihn sahen, und fürchteten sich sehr. 25 Und die Männer von Israel sprachen: Habt ihr diesen Mann gesehen, der da heraufkommt? Denn er ist aufgetreten, um Israel zu verhöhnen! Darum, wer ihn schlägt, den will der König sehr reich belohnen und ihm seine Tochter geben, und er will sein Vaterhaus in Israel frei machen. 26 Da redete David zu den Männern, die bei ihm standen, und sprach: Was wird dem Mann zuteilwerden, der diesen Philister schlägt und die Schande von Israel abwendet? Denn wer ist dieser Philister, dieser Unbeschnittene, dass er die Schlachtreihen des lebendigen Gottes verhöhnt? 27 Da redete das Volk wie zuvor zu ihm und sprach: Das wird dem Mann zuteilwerden, der ihn schlägt! 28 Aber Eliab, sein ältester Bruder, hörte ihn mit den Männern reden. Da entbrannte Eliabs Zorn gegen David, und er sprach: Warum bist du herabgekommen? Und bei wem hast du dort in der Wüste die wenigen Schafe gelassen? Ich kenne deine Vermessenheit und die Bosheit deines Herzens wohl; denn nur um den Kampf zu sehen bist du herabgekommen! 29 David antwortete: Was habe ich denn jetzt getan? Es war ja nur ein Wort! 30 Und er wandte sich von ihm ab zu einem anderen und wiederholte seine vorige Frage. Da antwortete ihm das Volk wie zuvor. 31 Und als man die Worte hörte, die David sagte, meldete man es dem Saul; und er ließ ihn holen.

David besiegt Goliath

32 Und David sprach zu Saul: Niemand soll seinetwegen den Mut sinken lassen; dein Knecht wird hingehen und mit diesem Philister kämpfen! 33 Saul aber sprach zu David: Du kannst nicht hingehen, um gegen diesen Philister zu kämpfen, denn du bist noch ein Knabe; dieser aber ist ein Kriegsmann von Jugend auf! 34 David aber sprach zu Saul: Dein Knecht hütete die Schafe seines Vaters; wenn nun ein Löwe oder ein Bär kam und ein Schaf von der Herde hinwegtrug, 35 dann lief ich ihm nach und schlug ihn und entriss es seinem Rachen. Und wenn er sich gegen mich erhob, ergriff ich ihn bei seinem Bart und schlug ihn und tötete ihn. 36 Sowohl den Löwen als auch den Bären hat dein Knecht erschlagen, und dieser Philister, dieser Unbeschnittene, soll wie einer von jenen sein; denn er hat die Schlachtreihen des lebendigen Gottes verhöhnt! 37 Weiter sprach David: Der HERR, der mich von dem Löwen und Bären errettet hat, Er wird mich auch von diesem Philister erretten! Und Saul sprach zu David: Geh hin, und der HERR sei mit dir! 38 Und Saul legte David seine Rüstung an und setzte einen ehernen Helm auf seinen Kopf und legte ihm einen Schuppenpanzer um. 39 Danach gürtete David sein Schwert über seine Kleider und bemühte sich zu gehen; denn er hatte es noch nicht versucht. Da sprach David zu Saul: Ich kann darin nicht gehen; denn ich bin es nicht gewohnt! Und David legte es von sich ab. 40 Und er nahm seinen Stab in die Hand und erwählte sich fünf glatte Steine aus dem Bach und legte sie in die Hirtentasche, die er hatte, und zwar in die Schleudersteintasche, und er nahm seine Schleuder zur Hand und näherte sich dem Philister. 41 Und der Philister kam auch daher und näherte sich David, und sein Schildträger ging vor ihm her. 42 Als nun der Philister den David sah und anschaute, da verachtete er ihn; denn er war ein Knabe, rötlich und von schöner Gestalt. 43 Und der Philister sprach zu David: Bin ich denn ein Hund, dass du mit Stöcken zu mir kommst? Und der Philister fluchte David bei seinen Göttern. 44 Und der Philister sprach zu David: Komm her zu mir, ich will dein Fleisch den Vögeln des Himmels und den Tieren des Feldes geben! 45 David aber sprach zu dem Philister: Du kommst zu mir mit Schwert und mit Speer und mit Wurfspieß; ich aber komme zu dir im Namen des HERRN der Heerscharen, des Gottes der Schlachtreihen Israels, die du verhöhnt hast! 46 An diesem heutigen Tag wird dich der HERR in meine Hand ausliefern, und ich werde dich erschlagen und deinen Kopf von dir nehmen, und ich werde die Leichname des Heeres der Philister an diesem Tag den Vögeln unter dem Himmel und den wilden Tieren der Erde geben, damit die ganze Erde erkenne, dass Israel einen Gott hat! 47 Und diese ganze Gemeinde soll erkennen, dass der HERR nicht durch Schwert oder Spieß errettet; denn der Kampf ist die Sache des HERRN, und Er wird euch in unsere Hand geben! 48 Und es geschah, als sich der Philister aufmachte und daherkam und sich David näherte, da eilte David und lief der Schlachtreihe entgegen, auf den Philister zu. 49 Und David streckte seine Hand in die Tasche und nahm einen Stein heraus; und er schleuderte und traf den Philister an seine Stirn, sodass der Stein in seine Stirn drang und er auf sein Angesicht zur Erde fiel. 50 So überwand David den Philister mit der Schleuder und mit dem Stein, und er erschlug den Philister und tötete ihn. Und weil David kein Schwert in seiner Hand hatte, 51 lief er und trat auf den Philister und nahm dessen Schwert und zog es aus der Scheide und tötete ihn und schlug ihm damit den Kopf ab. Als aber die Philister sahen, dass ihr Held tot war, flohen sie. 52 Und die Männer von Israel und Juda machten sich auf und erhoben ein Kriegsgeschrei und jagten den Philistern nach, bis man in die Ebene kommt, und bis zu den Toren Ekrons. Und die erschlagenen Philister lagen auf dem Weg von Schaaraim bis nach Gat und bis nach Ekron. 53 Und die Söhne Israels kehrten von der Verfolgung der Philister zurück und plünderten ihr Lager. 54 David aber nahm den Kopf des Philisters und brachte ihn nach Jerusalem; seine Waffen aber legte er in sein Zelt. 55 Als aber Saul sah, wie David gegen den Philister auszog, sprach er zu Abner, dem Heerführer: Abner, wessen Sohn ist dieser Bursche da? Abner aber sprach: So wahr deine Seele lebt, o König, ich weiß es nicht! 56 Der König sprach: So erfrage doch, wessen Sohn dieser junge Mann ist! 57 Sobald nun David nach der Erlegung des Philisters zurückkehrte, nahm ihn Abner und brachte ihn vor Saul; und der Kopf des Philisters war in seiner Hand. 58 Und Saul sprach zu ihm: Knabe, wessen Sohn bist du? David sprach: Ich bin ein Sohn deines Knechtes Isai, des Bethlehemiten.