2.Mose 8 | La Biblia Textual Schlachter 2000

2.Mose 8 | La Biblia Textual

Segunda, tercera y cuarta plaga

1 Dijo entonces YHVH a Moisés: Entra a la presencia de Faraón y dile: Así dice YHVH: Deja partir a mi pueblo para que me sirvan, 2 y si te niegas a dejarlo ir, he aquí Yo plagaré con ranas todo tu territorio. 3 El Nilo bullirá con ranas, las cuales subirán y penetrarán en tu palacio, en tu alcoba y sobre tu propio lecho, así como en las casas de tus siervos y entre tu pueblo, en tus hornos y en tus artesas. 4 Y las ranas subirán sobre ti, sobre tu pueblo y sobre todos tus siervos. 5 Después YHVH dijo a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu mano con tu vara sobre los arroyos, sobre los canales y sobre los estanques, y haz que suban las ranas sobre la tierra de Egipto. 6 Y Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y subieron las ranas, y cubrieron la tierra de Egipto. 7 Y los magos hicieron así con sus encantamientos, haciendo subir las ranas sobre la tierra de Egipto. 8 Faraón entonces llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: suplicad a YHVH que aparte las ranas de mí y de mi pueblo, y dejaré ir al pueblo para que ofrezca sacrificio a YHVH. 9 Y Moisés dijo a Faraón: Dígnate señalarme para cuándo he de suplicar por ti, por tus siervos y por tu pueblo, para que las ranas se quiten de ti y de tus casas, y sean dejadas sólo en el Nilo. 10 Y él dijo: Mañana. Y Moisés respondió: Sea conforme a tu palabra, para que sepas que no hay como YHVH nuestro Dios. 11 Se retirarán, pues, las ranas de ti, de tus casas, de tus siervos y de tu pueblo; sólo serán dejadas en el Nilo. 12 Y Moisés y Aarón salieron de estar con Faraón, y clamó Moisés a YHVH por el asunto de las ranas que Él había puesto sobre Faraón. 13 E hizo YHVH conforme a la súplica de Moisés, y murieron las ranas de las casas, de los patios y de los campos, 14 y las amontonaron en grandes montones, y el país hedía. 15 Pero cuando Faraón vio que había un alivio, endureció su corazón, y no los escuchó, tal como YHVH había hablado. 16 Entonces YHVH dijo a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu vara y golpea el polvo de la tierra, y haya piojos en toda la tierra de Egipto. 17 Y ellos lo hicieron así, y extendió Aarón su mano con su vara, y golpeó el polvo de la tierra, volviéndose piojos en los hombres y las bestias. ¡Todo el polvo de la tierra se convirtió en piojos en todo el país de Egipto! 18 Y los magos intentaron sacar los piojos con sus encantamientos, pero no pudieron. Hubo piojos sobre los hombres y sobre las bestias. 19 Entonces dijeron los magos a Faraón: ¡Esto es el dedo de Dios! Pero el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, tal como YHVH había hablado. 20 Después dijo YHVH a Moisés: Madruga por la mañana y preséntate ante Faraón. He aquí que saldrá hacia el agua y le dirás: Así dice YHVH: Deja partir a mi pueblo para que me sirva. 21 Porque si no dejas partir a mi pueblo, he aquí enviaré una plaga de moscas contra ti, contra tus siervos, contra tu pueblo y contra tus casas, de suerte que las casas de los egipcios se llenarán de moscas junto con el suelo que pisan. 22 Sin embargo, en aquel día exceptuaré la tierra de Gosén, en la cual habita mi pueblo, a fin de que no haya moscas en ella, para que sepas que Yo, YHVH, estoy en medio de esta tierra. 23 Y Yo haré distinción entre mi pueblo y tu pueblo. Para mañana será este prodigio. 24 Y así hizo YHVH. Y un molesto enjambre de moscas entró en casa de Faraón y en las casas de sus siervos. Y en todo el país de Egipto la tierra se corrompió por causa de las moscas. 25 Faraón entonces llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: Id, haced sacrificio a vuestro Dios en el país. 26 Pero Moisés respondió: No es correcto hacerlo así, porque sacrificaríamos para YHVH nuestro Dios lo que es abominación para los egipcios. Si sacrificamos lo que es una abominación para los egipcios delante de sus ojos, ¿no nos apedrearían? 27 Iremos camino de tres jornadas por el desierto y haremos sacrificio a YHVH nuestro Dios, conforme Él nos diga. 28 Respondió Faraón: Os dejaré partir para ofrecer sacrificio a YHVH vuestro Dios en el desierto, sólo que al partir no os alejéis demasiado. ¡Suplicad por mí! 29 Dijo Moisés: En cuanto salga de estar contigo suplicaré a YHVH, y las moscas se apartarán mañana de Faraón, de sus siervos y de su pueblo, con tal que Faraón no siga engañándome impidiendo al pueblo que parta a ofrecer sacrificios a YHVH. 30 Salió, pues, Moisés de estar con Faraón, y suplicó a YHVH. 31 Y YHVH hizo conforme a la palabra de Moisés, y apartó las moscas de Faraón, sus siervos y su pueblo. No quedó ni una. 32 Sin embargo Faraón endureció su corazón también esta vez, y no dejó partir al pueblo.

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Schlachter 2000
1 Und der HERR sprach zu Mose: Sage zu Aaron: Strecke deine Hand und deinen Stab aus über die Nilarme, über die Kanäle und Sümpfe, und lass Frösche über das Land Ägypten kommen! 2 Und Aaron streckte seine Hand über die Wasser in Ägypten; und die Frösche kamen herauf und bedeckten das Land Ägypten. 3 Und die Zauberer taten dasselbe mit ihren Zauberkünsten und ließen Frösche über das Land Ägypten kommen. 4 Da rief der Pharao Mose und Aaron und sprach: Bittet den HERRN, dass er die Frösche von mir nimmt und von meinem Volk, so will ich das Volk ziehen lassen, damit es dem HERRN Opfer darbringen kann! 5 Und Mose sprach zum Pharao: Du sollst die Ehre haben, zu bestimmen, auf wann ich für dich, für deine Knechte und für dein Volk erbitten soll, dass die Frösche von dir und deinen Häusern vertrieben werden und nur im Nil bleiben. 6 Er sprach: Auf morgen! Da sprach Mose: Wie du gesagt hast; damit du erfährst, dass niemand ist wie der HERR, unser Gott! 7 So sollen die Frösche von dir und von deinen Häusern, von deinen Knechten und von deinem Volk genommen werden; nur im Nil sollen sie bleiben. 8 So gingen Mose und Aaron vom Pharao weg; und Mose schrie zum HERRN wegen der Frösche, die er dem Pharao auferlegt hatte. 9 Und der HERR handelte nach dem Wort Moses; und die Frösche starben in den Häusern, in den Höfen und auf dem Feld. 10 Und sie häuften sie zusammen, hier einen Haufen und dort einen Haufen; und das Land stank davon. 11 Als aber der Pharao sah, dass er Luft bekommen hatte, verstockte er sein Herz und hörte nicht auf sie, so wie der HERR es gesagt hatte.

Die dritte Plage: Mücken

12 Da sprach der HERR zu Mose: Sage zu Aaron: Strecke deinen Stab aus und schlage den Staub auf der Erde, dass er zu Mücken werde im ganzen Land Ägypten! 13 Und sie handelten genau so. Und Aaron streckte seine Hand aus mit seinem Stab und schlug in den Staub auf der Erde, und die Mücken kamen über die Menschen und über das Vieh; der ganze Staub der Erde wurde zu Mücken im ganzen Land Ägypten. 14 Die Zauberer aber versuchten mit ihren Zauberkünsten auch Mücken hervorzubringen; aber sie konnten es nicht. Und die Mücken kamen über die Menschen und das Vieh. 15 Da sprachen die Zauberer zum Pharao: Das ist der Finger Gottes! Aber das Herz des Pharao war verstockt, sodass er nicht auf sie hörte, wie der HERR es gesagt hatte.

Die vierte Plage: Hundsfliegen

16 Da sprach der HERR zu Mose: Mache dich morgen früh auf und tritt zum Pharao — siehe, er wird ans Wasser gehen! — und sprich zu ihm: So spricht der HERR: Lass mein Volk ziehen, damit es mir dient! 17 Denn wenn du mein Volk nicht ziehen lässt, siehe, so will ich über dich und über deine Knechte* und über dein Volk und über deine Häuser Hundsfliegen kommen lassen, dass die Häuser der Ägypter und das Feld, auf dem sie sind, voller Hundsfliegen werden sollen. 18 Und ich will an demselben Tag etwas Besonderes tun mit dem Land Gosen, wo mein Volk wohnt, sodass dort keine Hundsfliegen sein sollen, damit du erkennst, dass ich, der HERR, inmitten des Landes bin. 19 So will ich [ein Zeichen der] Erlösung setzen zwischen meinem und deinem Volk. Morgen soll das Zeichen geschehen. 20 Und der HERR handelte so. Und eine Menge Hundsfliegen kamen in das Haus des Pharao und in die Häuser seiner Knechte, ja über das ganze Land Ägypten; und das Land wurde von den Hundsfliegen verseucht. 21 Da rief der Pharao Mose und Aaron zu sich und sprach: Geht hin, opfert eurem Gott in diesem Land! 22 Mose sprach: Das schickt sich nicht, dass wir so etwas tun; denn wir würden dem HERRN, unserem Gott, opfern, was den Ägyptern ein Gräuel ist! Siehe, wenn wir dann vor den Augen der Ägypter opferten, was ihnen ein Gräuel ist, würden sie uns nicht steinigen? 23 Drei Tagereisen weit wollen wir in die Wüste ziehen und dem HERRN, unserem Gott, Opfer darbringen, so wie er es uns befehlen wird. 24 Da sprach der Pharao: Ich will euch ziehen lassen, damit ihr dem HERRN, eurem Gott, in der Wüste Opfer darbringt; aber zieht ja nicht weiter! Bittet für mich! 25 Mose aber erwiderte: Siehe, ich gehe hinaus von dir und will den HERRN bitten, dass die Hundsfliegen morgen vom Pharao, von seinen Knechten und von seinem Volk genommen werden; nur möge der Pharao uns nicht mehr täuschen, indem er das Volk doch nicht ziehen lässt, damit es dem HERRN Opfer darbringt! 26 Und Mose ging hinaus vom Pharao und betete zu dem HERRN. 27 Und der HERR handelte nach dem Wort Moses, und er ließ die Hundsfliegen vom Pharao, von seinen Knechten und von seinem Volk weichen, sodass nicht eine übrig blieb. 28 Aber der Pharao verstockte sein Herz auch diesmal und ließ das Volk nicht ziehen.