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Nueva Versión Internacional (Castellano) (1136 Treffer)
Mt 1,16 y Jacob, padre de José, que fue el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo. Mt 1,18 Nacimiento de Jesucristo El nacimiento de Jesús, el Cristo, fue así: su madre, María, estaba comprometida para casarse con José, pero, antes de unirse a él, resultó que estaba encinta por obra del Espíritu Santo. Mt 1,21 Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús,* porque él salvará a su pueblo de sus pecados». Mt 1,25 Pero no tuvo relaciones conyugales con ella hasta que dio a luz un hijo,* a quien le puso por nombre Jesús. Mt 2,1 Visita de los sabios Después de nacer Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, he aquí llegaron a Jerusalén unos sabios* procedentes del Oriente. Mt 3,13 Entonces Jesús fue de Galilea al Jordán para que Juan le bautizara. Mt 3,15 ―Hagámoslo como te digo, pues nos conviene cumplir con lo que es justo —le contestó Jesús. Entonces Juan consintió. Mt 3,16 Tan pronto como Jesús fue bautizado, subió del agua. En ese momento se abrió el cielo, y él vio al Espíritu de Dios bajar como una paloma y posarse sobre él. Mt 4,1 Tentación de Jesús Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el diablo lo sometiera a tentación. Mt 4,4 Jesús le respondió: ―Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Mt 4,7 ―También está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios” —le contestó Jesús. Mt 4,10 ―¡Vete, Satanás! —le dijo Jesús—. Porque escrito está: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”. Mt 4,12 Jesús comienza a predicar Cuando Jesús oyó que habían encarcelado a Juan, regresó a Galilea. Mt 4,17 Llamamiento de los primeros discípulos Desde entonces comenzó Jesús a predicar: «Arrepentíos, porque el reino de los cielos está cerca». Mt 4,18 Mientras caminaba junto al mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: uno era Simón, llamado Pedro, y el otro, Andrés. Estaban echando la red al lago, pues eran pescadores. Mt 4,19 «Venid, seguidme —les dijo Jesús—, y os haré pescadores de hombres». Mt 4,21 Más adelante vio a otros dos hermanos: Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en una barca remendando las redes. Jesús los llamó, Mt 4,23 Jesús sana a los enfermos Jesús recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando toda enfermedad y dolencia entre la gente. Mt 7,28 Cuando Jesús terminó de decir estas cosas, las multitudes se asombraron de su enseñanza, Mt 8,1 Jesús sana a un leproso Cuando Jesús bajó de la montaña, lo siguieron grandes multitudes. Mt 8,3 Jesús extendió la mano y tocó al hombre. ―Sí quiero —le dijo—. ¡Queda limpio! Y al instante quedó sano* de la lepra. Mt 8,4 La fe del centurión ―Mira, no se lo digas a nadie —le dijo Jesús—; solo ve, preséntate al sacerdote y lleva la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio. Mt 8,5 Al entrar Jesús en Capernaún, se le acercó un centurión pidiendo ayuda. Mt 8,7 ―Iré a sanarlo —respondió Jesús. Mt 8,10 Al oír esto, Jesús se asombró y dijo a quienes lo seguían: ―Os aseguro que no he encontrado en Israel a nadie que tenga tanta fe. Mt 8,13 Jesús sana a muchos enfermos Luego Jesús le dijo al centurión: ―¡Ve! Todo se hará tal como creíste. Y en esa misma hora aquel siervo quedó sano. Mt 8,14 Cuando Jesús entró en casa de Pedro, vio a la suegra de este en cama, con fiebre. Mt 8,18 Cuando Jesús vio a la multitud que lo rodeaba, dio orden de pasar al otro lado del lago. Mt 8,20 ―Las zorras tienen madrigueras y las aves tienen nidos —le respondió Jesús—, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza. Mt 8,22 Jesús calma la tormenta ―Sígueme —le replicó Jesús—, y deja que los muertos entierren a sus muertos. Mt 8,24 De repente, se levantó en el lago una tormenta tan fuerte que las olas inundaban la barca. Pero Jesús estaba dormido. Mt 8,28 Cuando Jesús llegó al otro lado, a la región de los gadarenos,* dos endemoniados le salieron al encuentro de entre los sepulcros. Eran tan violentos que nadie se atrevía a pasar por aquel camino. Mt 8,31 Los demonios le rogaron a Jesús: ―Si nos expulsas, mándanos a la piara de cerdos. Mt 8,34 Entonces todos los del pueblo fueron al encuentro de Jesús. Y, cuando lo vieron, le suplicaron que se alejara de esa región. Mt 9,1 Jesús sana a un paralítico Subió Jesús a una barca, cruzó al otro lado y llegó a su propio pueblo. Mt 9,2 Unos hombres le llevaron un paralítico, acostado en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: ―¡Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados! Mt 9,4 Como Jesús conocía sus pensamientos, les dijo: ―¿Por qué dais lugar a tan malos pensamientos? Mt 9,9 Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a la mesa de recaudación de impuestos. «Sígueme», le dijo. Mateo se levantó y lo siguió. Mt 9,10 Mientras Jesús estaba comiendo en casa de Mateo, muchos recaudadores de impuestos y pecadores llegaron y comieron con él y sus discípulos. Mt 9,12 Al oír esto, Jesús les contestó: ―No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos. Mt 9,14 Un día se le acercaron los discípulos de Juan y le preguntaron: ―¿Cómo es que nosotros y los fariseos ayunamos, pero no así tus discípulos? Jesús les contestó: Mt 9,19 Jesús se levantó y fue con él, acompañado de sus discípulos. Mt 9,22 Jesús se dio la vuelta, la vio y le dijo: ―¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado. Y la mujer quedó sana en aquel momento. Mt 9,23 Cuando Jesús entró en la casa del dirigente y vio a los flautistas y el alboroto de la gente, Mt 9,27 Jesús sana a los ciegos y a los mudos Al irse Jesús de allí, dos ciegos lo siguieron, gritándole: ―¡Ten compasión de nosotros, Hijo de David! Mt 9,30 Y recobraron la vista. Jesús les advirtió con firmeza: ―Aseguraos de que nadie se entere de esto. Mt 9,31 Pero ellos salieron para divulgar por toda aquella región la noticia acerca de Jesús. Mt 9,33 Así que Jesús expulsó al demonio, y el que había estado mudo habló. La multitud se maravillaba y decía: «Jamás se ha visto nada igual en Israel». Mt 9,35 Son pocos los obreros Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia. Mt 10,5 Jesús envió a estos doce con las siguientes instrucciones: «No vayáis entre los gentiles ni entréis en ningún pueblo de los samaritanos. Mt 11,1 Jesús y Juan el Bautista Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en otros pueblos. Mt 11,4 Les respondió Jesús: ―Id y contadle a Juan lo que estáis viendo y oyendo: Mt 11,7 Mientras se iban los discípulos de Juan, Jesús comenzó a hablar a la multitud acerca de Juan: «¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? Mt 11,20 Entonces comenzó Jesús a denunciar a las ciudades en que había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían arrepentido. Mt 11,25 En aquel tiempo Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños. Mt 12,1 Señor del sábado Por aquel tiempo pasaba Jesús por los sembrados en sábado. Sus discípulos tenían hambre, así que comenzaron a arrancar algunas espigas de trigo y comérselas. Mt 12,10 donde había un hombre que tenía una mano paralizada. Como buscaban un motivo para acusar a Jesús, le preguntaron: ―¿Está permitido sanar en sábado? Mt 12,14 Pero los fariseos salieron y tramaban cómo matar a Jesús. Mt 12,15 El siervo escogido por Dios Consciente de esto, Jesús se retiró de aquel lugar. Muchos lo siguieron, y él sanó a todos los enfermos, Mt 12,22 Un día le llevaron un endemoniado que estaba ciego y mudo, y Jesús lo sanó, de modo que pudo ver y hablar. Mt 12,25 Jesús conocía sus pensamientos, y les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo quedará asolado, y toda ciudad o familia dividida contra sí misma no se mantendrá en pie. Mt 12,39 Jesús les contestó: ―¡Esta generación malvada y adúltera pide una señal milagrosa! Pero no se le dará más señal que la del profeta Jonás. Mt 12,46 Mientras Jesús hablaba a la multitud, se presentaron su madre y sus hermanos. Se quedaron afuera, y deseaban hablar con él. Mt 12,48 ―¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? —replicó Jesús. Mt 13,1 Parábola del sembrador Ese mismo día salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Mt 13,24 Parábola de la mala hierba Jesús les contó otra parábola: «El reino de los cielos es como un hombre que sembró buena semilla en su campo. Mt 13,34 Jesús dijo a la multitud todas estas cosas en parábolas. Sin emplear parábolas no les decía nada. Mt 13,37 ―El que sembró la buena semilla es el Hijo del hombre —respondió Jesús—. Mt 13,51 ―¿Habéis entendido todo esto? —les preguntó Jesús. ―Sí —respondieron ellos. Entonces concluyó Jesús: Mt 13,53 Cuando Jesús terminó de contar estas parábolas, se fue de allí. Mt 13,57 Y se escandalizaban a causa de él. Pero Jesús les dijo: ―En todas partes se honra a un profeta, menos en su tierra y en su propia casa. Mt 14,1 Decapitación de Juan el Bautista En aquel tiempo Herodes el tetrarca se enteró de lo que decían de Jesús, Mt 14,12 Jesús alimenta a cinco mil Luego llegaron los discípulos de Juan, recogieron el cuerpo y le dieron sepultura. Después fueron y avisaron a Jesús. Mt 14,13 Cuando Jesús recibió la noticia, se retiró él solo en una barca a un lugar solitario. Las multitudes se enteraron y lo siguieron a pie desde los poblados. Mt 14,14 Cuando Jesús desembarcó y vio a tanta gente, tuvo compasión de ellos y sanó a los que estaban enfermos. Mt 14,16 ―No tienen que irse —contestó Jesús—. Dadles vosotros mismos de comer. Mt 14,18 ―Traédmelos —les dijo Jesús. Mt 14,22 En seguida Jesús hizo que los discípulos subieran a la barca y se adelantaran al otro lado mientras él despedía a la multitud. Mt 14,25 En la madrugada,* Jesús se acercó a ellos caminando sobre el lago. Mt 14,27 Pero Jesús les dijo en seguida: ―¡Calmaos! Soy yo. No tengáis miedo. Mt 14,29 ―Ven —dijo Jesús. Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua en dirección a Jesús. Mt 14,31 En seguida Jesús le tendió la mano y, sujetándolo, lo reprendió: ―¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Mt 14,35 Los habitantes de aquel lugar reconocieron a Jesús y divulgaron la noticia por todos los alrededores. Le llevaban todos los enfermos, Mt 15,1 Lo limpio y lo impuro Se acercaron a Jesús algunos fariseos y maestros de la ley que habían llegado de Jerusalén, y le preguntaron: Mt 15,3 Jesús les contestó: ―¿Y por qué quebrantáis vosotros el mandamiento de Dios a causa de la tradición? Mt 15,10 Jesús llamó a la multitud y dijo: ―Escuchad y entended. Mt 15,16 ―¿También vosotros sois aún tan torpes? —les dijo Jesús—. Mt 15,21 Partiendo de allí, Jesús se retiró a la región de Tiro y Sidón. Mt 15,23 Jesús no le respondió palabra. Así que sus discípulos se acercaron a él y le rogaron: ―Despídela, porque viene detrás de nosotros gritando. Mt 15,24 ―No fui enviado sino a las ovejas perdidas del pueblo de Israel —contestó Jesús. Mt 15,28 Jesús alimenta a cuatro mil ―¡Mujer, qué grande es tu fe! —contestó Jesús—. Que se cumpla lo que quieres. Y desde ese mismo momento quedó sana su hija. Mt 15,29 Salió Jesús de allí y llegó a orillas del mar de Galilea. Luego subió a la montaña y se sentó. Mt 15,32 Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: ―Siento compasión de esta gente, porque ya llevan tres días conmigo y no tienen nada que comer. No quiero despedirlos sin comer, no sea que se desmayen por el camino. Mt 15,34 ―¿Cuántos panes tenéis? —preguntó Jesús. ―Siete, y unos pocos pescaditos. Mt 15,39 Después de despedir a la gente, subió Jesús a la barca y se fue a la región de Magadán.* Mt 16,1 Le piden a Jesús una señal Los fariseos y los saduceos se acercaron a Jesús y, para ponerlo a prueba, le pidieron que les mostrara una señal del cielo. Mt 16,4 Esta generación malvada y adúltera busca una señal milagrosa, pero no se le dará más señal que la de Jonás». Entonces Jesús los dejó y se fue. Mt 16,6 ―Tened cuidado —les advirtió Jesús—; evitad la levadura de los fariseos y de los saduceos. Mt 16,8 Al darse cuenta de esto, Jesús les recriminó: ―Hombres de poca fe, ¿por qué estáis hablando acerca de que no tenéis pan? Mt 16,13 Cuando llegó a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: ―¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre? Le respondieron:
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