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Nueva Versión Internacional (Castellano) (241 Treffer)
1Mo 20,5 Como Abraham me dijo que ella era su hermana, y ella me lo confirmó, yo hice todo esto de buena fe y sin mala intención. 1Mo 20,6 ―Sí, ya sé que has hecho todo esto de buena fe —le respondió Dios en el sueño—; por eso no te permití tocarla, para que no pecaras contra mí. Ri 9,16 »Ahora bien, ¿habéis actuado vosotros con honradez y buena fe al coronar rey a Abimélec? ¿Habéis sido justos con Yerubaal y su familia, y lo habéis tratado como se merecía? Ri 9,19 Si hoy habéis actuado con honradez y buena fe hacia Yerubaal y su familia, ¡que seáis felices con Abimélec, y que también él lo sea con vosotros! 2Sam 15,11 Además, desde Jerusalén llevó Absalón a doscientos invitados, los cuales lo acompañaron de buena fe y sin sospechar nada. Hab 2,4 »El insolente no tiene el alma recta, pero el justo vivirá por su fe. Mt 6,30 Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? Mt 8,10 Al oír esto, Jesús se asombró y dijo a quienes lo seguían: ―Os aseguro que no he encontrado en Israel a nadie que tenga tanta fe. Mt 8,26 ―Hombres de poca fe —les contestó—, ¿por qué tenéis tanto miedo? Entonces se levantó y reprendió a los vientos y a las olas, y todo quedó completamente tranquilo. Mt 9,2 Unos hombres le llevaron un paralítico, acostado en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: ―¡Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados! Mt 9,22 Jesús se dio la vuelta, la vio y le dijo: ―¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado. Y la mujer quedó sana en aquel momento. Mt 9,29 Entonces les tocó los ojos y les dijo: ―Que se haga con vosotros conforme a vuestra fe. Mt 14,31 En seguida Jesús le tendió la mano y, sujetándolo, lo reprendió: ―¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Mt 15,28 Jesús alimenta a cuatro mil ―¡Mujer, qué grande es tu fe! —contestó Jesús—. Que se cumpla lo que quieres. Y desde ese mismo momento quedó sana su hija. Mt 16,8 Al darse cuenta de esto, Jesús les recriminó: ―Hombres de poca fe, ¿por qué estáis hablando acerca de que no tenéis pan? Mt 17,20 ―Por vuestra poca fe —les respondió—. Os aseguro que, si tuvierais fe tan pequeña como un grano de mostaza, podríais decirle a esta montaña: “Trasládate de aquí para allá”, y se trasladaría. Para vosotros nada resultaría imposible.* Mt 21,21 ―Os aseguro que, si tenéis fe y no dudáis —respondió Jesús—, no solo haréis lo que he hecho con la higuera, sino que podréis decirle a este monte: “¡Quítate de ahí y tírate al mar!”, y así se hará. Mt 24,10 En aquel tiempo muchos se apartarán de la fe; unos a otros se traicionarán y se odiarán; Mk 2,5 Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: ―Hijo, tus pecados quedan perdonados. Mk 4,40 ―¿Por qué tenéis tanto miedo? —dijo a sus discípulos—. ¿Aún* no tenéis fe? Mk 5,34 ―¡Hija, tu fe te ha sanado! —le dijo Jesús—. Vete en paz y queda sana de tu aflicción. Mk 9,24 ―¡Sí creo! —exclamó de inmediato el padre del muchacho—. ¡Ayúdame en mi poca fe! Mk 10,52 ―Puedes irte —le dijo Jesús—; tu fe te ha sanado. Al momento recobró la vista y empezó a seguir a Jesús por el camino. Mk 11,22 ―Tened fe en Dios —respondió Jesús—. Mk 16,14 Por último se apareció Jesús a los once mientras comían; los reprendió por su falta de fe y por su obstinación en no creer a los que lo habían visto resucitado. Lk 5,20 Al ver la fe de ellos, Jesús dijo: ―Amigo, tus pecados quedan perdonados. Lk 7,9 Al oírlo, Jesús se asombró de él y, volviéndose a la multitud que lo seguía, comentó: ―Os digo que ni siquiera en Israel he encontrado una fe tan grande. Lk 7,50 ―Tu fe te ha salvado —le dijo Jesús a la mujer—; vete en paz. Lk 8,25 Liberación de un endemoniado ―¿Dónde está vuestra fe? —les dijo a sus discípulos. Con temor y asombro, ellos se decían unos a otros: «¿Quién es este, que manda aun a los vientos y al agua, y le obedecen?» Lk 8,48 ―Hija, tu fe te ha sanado —le dijo Jesús—. Vete en paz. Lk 12,28 Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¡cuánto más hará por vosotros, gente de poca fe! Lk 17,5 Entonces los apóstoles le dijeron al Señor: ―¡Aumenta nuestra fe! Lk 17,6 ―Si tuvierais una fe tan pequeña como un grano de mostaza —les respondió el Señor—, podríais decirle a este árbol: “Desarráigate y plántate en el mar”, y os obedecería. Lk 17,19 La venida del reino de Dios Levántate y vete —le dijo al hombre—; tu fe te ha sanado. Lk 18,8 Os digo que sí les hará justicia, y sin demora. No obstante, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?» Lk 18,42 ―¡Recibe la vista! —le dijo Jesús—. Tu fe te ha sanado. Lk 22,32 Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos». Joh 16,1 »Todo esto os he dicho para que no flaquee vuestra fe. Joh 20,27 Luego dijo a Tomás: ―Pon tu dedo aquí y mira mis manos. Acerca tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino hombre de fe. Apg 3,16 Por la fe en el nombre de Jesús, él ha restablecido a este hombre a quien vosotros veis y conocéis. Esta fe que viene por medio de Jesús lo ha sanado por completo, como os consta. Apg 6,5 Esta propuesta agradó a toda la asamblea. Escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, un prosélito de Antioquía. Apg 6,7 Y la palabra de Dios se difundía: el número de los discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén, e incluso muchos de los sacerdotes obedecían a la fe. Apg 11,24 pues era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe. Un gran número de personas aceptó al Señor. Apg 13,8 Pero Elimas el hechicero (que es lo que significa su nombre) se les oponía y procuraba apartar de la fe al gobernador. Apg 14,9 escuchando a Pablo, quien, al reparar en él y ver que tenía fe para ser sanado, Apg 14,22 fortaleciendo a los discípulos y animándolos a perseverar en la fe. «Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios», les decían. Apg 14,27 Cuando llegaron, reunieron a la iglesia e informaron de todo lo que Dios había hecho por medio de ellos, y de cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles. Apg 15,9 Sin hacer distinción alguna entre nosotros y ellos, purificó sus corazones por la fe. Apg 16,5 Y así las iglesias se fortalecían en la fe y crecían en número día tras día. Apg 24,24 Algunos días después llegó Félix con su esposa Drusila, que era judía. Mandó llamar a Pablo y lo escuchó hablar acerca de la fe en Cristo Jesús. Apg 26,18 para que les abras los ojos y se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a Dios, a fin de que, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los santificados”. Röm 1,5 Por medio de él, y en honor a su nombre, recibimos el don apostólico para persuadir a todas las naciones que obedezcan a la fe.* Röm 1,8 Pablo anhela visitar Roma En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos vosotros, pues en el mundo entero se habla bien de vuestra fe. Röm 1,12 mejor dicho, para que unos a otros nos animemos con la fe que compartimos. Röm 1,17 De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin,* tal como está escrito: «El justo vivirá por la fe». Röm 3,3 Pero entonces, si a algunos les faltó la fe, ¿acaso su falta de fe anula la fidelidad de Dios? Röm 3,22 Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción, Röm 3,25 Dios lo ofreció como un sacrificio de expiación* que se recibe por la fe en su sangre, para demostrar así su justicia. Anteriormente, en su paciencia, Dios había pasado por alto los pecados; Röm 3,26 pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para manifestar su justicia. De este modo, Dios es justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús. Röm 3,27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál principio? ¿Por el de la observancia de la ley? No, sino por el de la fe. Röm 3,28 Porque sostenemos que todos somos justificados por la fe, y no por las obras que la ley exige. Röm 3,30 pues no hay más que un solo Dios. Él justificará por la fe a los que están circuncidados y, mediante esa misma fe, a los que no lo están. Röm 3,31 ¿Quiere decir que anulamos la ley con la fe? ¡De ninguna manera! Más bien, confirmamos la ley. Röm 4,5 Sin embargo, al que no trabaja, sino que cree en el que justifica al malvado, se le toma en cuenta la fe como justicia. Röm 4,9 ¿Acaso se ha reservado esta dicha solo para los que están circuncidados? ¿Acaso no es también para los gentiles?* Hemos dicho que a Abraham se le tomó en cuenta la fe como justicia. Röm 4,11 Es más, cuando todavía no estaba circuncidado, recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia que se le había tomado en cuenta por la fe. Por tanto, Abraham es padre de todos los que creen, aunque no hayan sido circuncidados, y a estos se les toma en cuenta su fe como justicia. Röm 4,13 En efecto, no fue mediante la ley como Abraham y su descendencia recibieron la promesa de que él sería heredero del mundo, sino mediante la fe, la cual se le tomó en cuenta como justicia. Röm 4,14 Porque, si los que viven por la ley fueran los herederos, entonces la fe no tendría ya ningún valor y la promesa no serviría de nada. Röm 4,16 Por eso la promesa viene por la fe, a fin de que por la gracia quede garantizada para toda la descendencia de Abraham; esta promesa no es solo para los que son de la ley, sino para los que son también de la fe de Abraham, que es nuestro padre en común Röm 4,19 Su fe no flaqueó, aunque reconocía que su cuerpo estaba como muerto, pues ya tenía unos cien años, y que también estaba muerta la matriz de Sara. Röm 4,20 Ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios, Röm 4,22 Por eso se le tomó en cuenta su fe como justicia. Röm 4,24 sino también para nosotros. Dios tomará en cuenta nuestra fe como justicia, pues creemos en aquel que levantó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor. Röm 5,1 Paz y alegría En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos* paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Röm 5,2 También por medio de él, y mediante la fe, tenemos acceso a esta gracia en la cual nos mantenemos firmes. Así que nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios. Röm 9,30 Incredulidad de Israel ¿Qué concluiremos? Pues que los gentiles, que no buscaban la justicia, la han alcanzado. Me refiero a la justicia que es por la fe. Röm 9,32 ¿Por qué no? Porque no la buscaron mediante la fe, sino mediante las obras, como si fuera posible alcanzarla así. Por eso tropezaron con la«piedra de tropiezo», Röm 10,6 Pero la justicia que se basa en la fe afirma: «No digas en tu corazón: “¿Quién subirá al cielo?” (es decir, para hacer bajar a Cristo), Röm 10,8 ¿Qué afirma entonces? «La palabra está cerca de ti; la tienes en la boca y en el corazón». Esta es la palabra de fe que predicamos: Röm 10,17 Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo.* Röm 11,20 De acuerdo. Pero ellas fueron desgajadas por su falta de fe, y tú por la fe te mantienes firme. Así que no seas arrogante, sino temeroso; Röm 12,3 Por la gracia que se me ha dado, os digo a todos vosotros: Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado. Röm 12,6 Tenemos dones diferentes, según la gracia que se nos ha dado. Si el don de alguien es el de profecía, que lo use en proporción con su fe;* Röm 14,1 Los débiles y los fuertes Recibid al que es débil en la fe, pero no para entrar en discusiones. Röm 14,2 A algunos su fe les permite comer de todo, pero hay quienes son débiles en la fe, y solo comen verduras. Röm 15,1 Los fuertes en la fe debemos apoyar a los débiles, en vez de hacer lo que nos agrada. Röm 16,2 Os pido que la recibáis dignamente en el Señor, como conviene hacerlo entre hermanos en la fe; prestadle toda la ayuda que necesite, porque ella ha ayudado a muchas personas, entre las que me cuento yo. Röm 16,10 Saludad a Apeles, que ha dado tantas pruebas de su fe en Cristo. Saludad a los de la familia de Aristóbulo. Röm 16,25 El Dios eterno ocultó su misterio durante largos siglos, pero ahora lo ha revelado por medio de los escritos proféticos, según su propio mandato, para que todas las naciones obedezcan a la fe.* ¡Al que puede fortaleceros conforme a mi evangelio y a la predicación acerca de Jesucristo, 1Kor 2,5 para que vuestra fe no dependiera de la sabiduría humana, sino del poder de Dios. 1Kor 12,9 a otros, fe por medio del mismo Espíritu; a otros, y por ese mismo Espíritu, dones para sanar enfermos; 1Kor 13,2 Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada. 1Kor 13,13 Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor. 1Kor 15,14 Y, si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación no sirve para nada, como tampoco vuestra fe. 1Kor 15,17 Y, si Cristo no ha resucitado, vuestra fe es ilusoria y todavía estáis en vuestros pecados. 1Kor 16,13 Manteneos alerta; permaneced firmes en la fe; sed valientes y fuertes. 2Kor 1,24 No es que intentemos imponeros la fe, sino que deseamos contribuir a vuestra alegría, pues por la fe os mantenéis firmes. 2Kor 4,13 Escrito está: «Creí, y por eso hablé». Con ese mismo espíritu de fe también nosotros creemos, y por eso hablamos. 2Kor 5,7 Vivimos por fe, no por vista. 2Kor 8,7 Pero vosotros, así como sobresalís en todo —en fe, en palabras, en conocimiento, en dedicación y en vuestro amor hacia nosotros*—, procurad también sobresalir en esta gracia de dar.
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