Psalm 106 | Schlachter 2000
1Hallelujah! Dankt dem HERRN, denn er ist gütig, denn seine Gnade währt ewiglich!2Wer kann die Machttaten des HERRN beschreiben und all seinen Ruhm verkünden?3Wohl denen, die das Recht beachten, die Gerechtigkeit üben allezeit!4Gedenke an mich, o HERR, aus Gnade gegen dein Volk; suche mich heim mit deiner Rettung,5dass ich das Glück deiner Auserwählten schaue, dass ich mich freue an der Freude deines Volkes und mich rühme mit deinem Erbteil.6Wir haben gesündigt samt unseren Vätern, wir haben Unrecht getan, haben gottlos gehandelt.7Unsere Väter in Ägypten achteten nicht auf deine Wunder, sie gedachten nicht an deine große Gnade und waren widerspenstig am Meer, am Schilfmeer.8Aber er rettete sie um seines Namens willen, um seine Stärke offenbar zu machen.9Und er bedrohte das Schilfmeer, dass es vertrocknete, und ließ sie durch die Fluten gehen wie auf einer Steppe.10Und er rettete sie von der Hand des Hassers und erlöste sie aus der Hand des Feindes.11Und das Wasser bedeckte ihre Bedränger; nicht einer von ihnen blieb übrig.12Da glaubten sie seinen Worten und sangen sein Lob.13Aber sie vergaßen seine Werke bald; sie warteten nicht auf seinen Rat,14sondern sie wurden begehrlich in der Wüste und versuchten Gott in der Einöde.15Und er gab ihnen, was sie forderten, aber er sandte Auszehrung in ihre Seelen.16Und sie wurden eifersüchtig auf Mose im Lager, auf Aaron, den Heiligen des HERRN.17Da tat sich die Erde auf und verschlang Dathan und bedeckte die Rotte Abirams;18und Feuer verzehrte ihre Rotte, eine Flamme versengte die Gottlosen.19Sie machten sich ein Kalb am Horeb und warfen sich nieder vor dem gegossenen Bild.20Sie vertauschten den, der ihre Herrlichkeit war, gegen das Abbild eines Stiers, der Gras frisst.21Sie vergaßen Gott, ihren Retter, der Großes getan hatte in Ägypten,22Wunder im Land Hams, Furchtbares am Schilfmeer.23Und er gedachte sie zu vertilgen, wenn nicht Mose, sein Auserwählter, in den Riss getreten wäre vor ihm, um seinen Grimm abzuwenden, dass er sie nicht vertilgte.24Sie verachteten das liebliche Land, sie glaubten seinem Wort nicht.25Und sie murrten in ihren Zelten, sie gehorchten nicht der Stimme des HERRN.26Da erhob er seine Hand gegen sie [und schwor], sie niederzustrecken in der Wüste27und ihren Samen unter die Heidenvölker zu werfen und sie zu zerstreuen in die Länder.28Und sie hängten sich an den Baal-Peor und aßen Opfer der toten [Götzen],29und sie reizten ihn mit ihrem Tun; da brach die Plage unter ihnen aus.30Aber Pinehas trat auf und übte Gericht, sodass die Plage aufgehalten wurde.31Das wurde ihm zur Gerechtigkeit angerechnet auf alle Geschlechter, in Ewigkeit.32Und sie erzürnten ihn am Haderwasser, und es erging Mose schlecht um ihretwillen.33Denn sie erbitterten sein Gemüt, sodass er unbedacht redete mit seinen Lippen.34Sie vertilgten die Völker nicht, wie ihnen der HERR geboten hatte;35sondern sie vermischten sich mit den Heidenvölkern und lernten ihre Werke.36Und sie dienten ihren Götzen, und diese wurden ihnen zum Fallstrick.37Und sie opferten ihre Söhne und ihre Töchter den Dämonen.38Und sie vergossen unschuldiges Blut, das Blut ihrer Söhne und ihrer Töchter, die sie den Götzen Kanaans opferten; und so wurde das Land durch Blutschuld entweiht.39Und sie machten sich unrein mit ihren Werken und begingen Hurerei mit ihrem Tun.40Da entbrannte der Zorn des HERRN gegen sein Volk, und er verabscheute sein Erbteil.41Und er gab sie in die Hand der Heidenvölker, dass ihre Hasser über sie herrschten.42Und ihre Feinde bedrückten sie, und sie wurden gedemütigt unter ihre Hand.43Er errettete sie oftmals; aber sie widerstrebten ihm mit ihren Plänen, und sie sanken immer tiefer durch ihre Ungerechtigkeit.44Aber er sah ihre Not an, als er ihr Schreien hörte,45und er gedachte an seinen Bund mit ihnen und empfand Mitleid nach seiner großen Gnade;46und er ließ sie Barmherzigkeit finden bei allen, die sie gefangen hielten.47Rette uns, HERR, unser Gott! Sammle uns aus den Heidenvölkern, dass wir deinem heiligen Namen danken und uns glücklich preisen, zu deinem Ruhm!48Gepriesen sei der HERR, der Gott Israels, von Ewigkeit zu Ewigkeit! Und alles Volk soll sagen: Amen! Hallelujah!
Nueva Versión Internacional
1¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.2¿Quién puede proclamar las proezas del Señor, o expresar toda su alabanza?3Dichosos los que practican la justicia y hacen siempre lo que es justo.4Recuérdame, Señor, cuando te compadezcas de tu pueblo; ven en mi ayuda el día de tu salvación.5Hazme disfrutar del bienestar de tus escogidos, participar de la alegría de tu pueblo y expresar mis alabanzas con tu heredad.6Hemos pecado, lo mismo que nuestros padres; hemos hecho lo malo y actuado con iniquidad.7Cuando nuestros padres estaban en Egipto, no tomaron en cuenta tus maravillas; no tuvieron presente tu bondad infinita y se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo.*8Pero Dios los salvó, haciendo honor a su nombre, para mostrar su gran poder.9Reprendió al Mar Rojo, y éste quedó seco; los condujo por las profundidades del mar como si cruzaran el desierto.10Los salvó del poder de sus enemigos, del poder de quienes los odiaban.11Las aguas envolvieron a sus adversarios, y ninguno de éstos quedó con vida.12Entonces ellos creyeron en sus promesas y le entonaron alabanzas.13Pero muy pronto olvidaron sus acciones y no esperaron a conocer sus planes.14En el desierto cedieron a sus propios deseos; en los páramos pusieron a prueba a Dios.15Y él les dio lo que pidieron, pero les envió una enfermedad devastadora.16En el campamento tuvieron envidia de Moisés y de Aarón, el que estaba consagrado al Señor.17Se abrió la tierra y se tragó a Datán; sepultó a los seguidores de Abirán.18Un fuego devoró a esa pandilla; las llamas consumieron a los impíos.19En Horeb hicieron un becerro; se postraron ante un ídolo de fundición.20Cambiaron al que era su motivo de orgullo* por la imagen de un toro que come hierba.21Se olvidaron del Dios que los salvó y que había hecho grandes cosas en Egipto:22milagros en la tierra de Cam y portentos junto al Mar Rojo.23Dios amenazó con destruirlos, pero no lo hizo por Moisés, su escogido, que se puso ante él en la brecha e impidió que su ira los destruyera.24Menospreciaron esa bella tierra; no creyeron en la promesa de Dios.25Refunfuñaron en sus tiendas de campaña y no obedecieron al Señor.26Por tanto, él levantó su mano contra ellos para hacerlos caer en el desierto,27para hacer caer a sus descendientes entre las naciones y dispersarlos por todos los países.28Se sometieron al yugo de Baal Peor y comieron de las ofrendas a ídolos sin vida.*29Provocaron al Señor con sus malvadas acciones, y les sobrevino una plaga.30Pero Finés se levantó e hizo justicia, y la plaga se detuvo.31Esto se le acreditó como un acto de justicia para siempre, por todas las generaciones.32Junto a las aguas de Meribá hicieron enojar al Señor, y a Moisés le fue mal por culpa de ellos,33pues lo sacaron de quicio y él habló sin pensar lo que decía.34No destruyeron a los pueblos que el Señor les había señalado,35sino que se mezclaron con los paganos y adoptaron sus costumbres.36Rindieron culto a sus ídolos, y se les volvieron una trampa.37Ofrecieron a sus hijos y a sus hijas como sacrificio a esos demonios.38Derramaron sangre inocente, la sangre de sus hijos y sus hijas. Al ofrecerlos en sacrificio a los ídolos de Canaán, su sangre derramada profanó la tierra.39Tales hechos los contaminaron; tales acciones los corrompieron.40La ira del Señor se encendió contra su pueblo; su heredad le resultó aborrecible.41Por eso los entregó a los paganos, y fueron dominados por quienes los odiaban.42Sus enemigos los oprimieron, los sometieron a su poder.43Muchas veces Dios los libró; pero ellos, empeñados en su rebeldía, se hundieron en la maldad.44Al verlos Dios angustiados, y al escuchar su clamor,45se acordó del pacto que había hecho con ellos y por su gran amor les tuvo compasión.46Hizo que todos sus opresores también se apiadaran de ellos.47Sálvanos, Señor, Dios nuestro; vuelve a reunirnos de entre las naciones, para que demos gracias a tu santo nombre y orgullosos te alabemos.48¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, eternamente y para siempre! ¡Que todo el pueblo diga: «Amén»! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!
Diese Website verwendet Cookies, um Ihnen die bestmögliche Nutzererfahrung bieten zu können.