Psalm 44 | Новый Русский Перевод Nueva Versión Internacional (Castellano)

Psalm 44 | Новый Русский Перевод
1 Дирижеру хора. На мотив«Лилии». Наставление потомков Кораха. Свадебная песня*. 2 Сердце мое прекрасной речью полнится. Для Царя исполняю я эту песнь; мой язык – перо искусного писаря. 3 Ты прекраснее всех людей; благодатная речь сходит с Твоих уст, ведь Бог навеки благословил Тебя. 4 Могучий, препояшься мечом, облекись в славу и величие. 5 И величия полон, победоносно поезжай верхом ради истины, смирения и праведности. Пусть рука Твоя вершит грозные подвиги. 6 Пусть острые стрелы Твои пронзают сердца врагов царя; пусть народы падут под ноги Твои. 7 Вечен престол Твой, Боже, Твой царский скипетр – скипетр правосудия. 8 Ты возлюбил праведность, а беззаконие возненавидел; поэтому, о Боже, Твой Бог помазал Тебя* маслом радости больше, чем Твоих сотоварищей*. 9 Благоухают Твои одежды миррой, алоэ и кассией*. Из дворцов, украшенных костью слоновой, музыка струн Тебя веселит. 10 Среди Твоих придворных женщин – царские дочери. По правую руку от Тебя – царица в золоте из Офира. 11 Выслушай, дочь, обдумай и прислушайся: забудь свой народ и дом отца твоего. 12 Царь возжелает твоей красоты, покорись Ему – Он твой Господь. 13 Жители Тира* придут с дарами, богатейшие из народа будут искать Твоей милости. 14 Внутри этих покоев – дочь царя, невеста, ее одежда золотом расшита*. 15 В многоцветных одеждах выводят ее к Царю; девушек, ее подруг, ведут к Царю вслед за ней. 16 Их ведут с весельем и радостью; они вступают в Царский дворец. 17 Место предков Твоих, о* Царь, займут Твои сыновья; по всей земле вождями Ты их поставишь. 18 Я сделаю памятным имя Твое в поколениях, и народы будут славить Тебя вовек.

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Nueva Versión Internacional (Castellano)

Al director musical. Masquil de los hijos de Coré.

1 Oh Dios, nuestros oídos han oído y nuestros padres nos han contado las proezas que realizaste en sus días, en aquellos tiempos pasados: 2 Con tu mano echaste fuera a las naciones y en su lugar estableciste a nuestros padres; aplastaste a aquellos pueblos, y a nuestros padres los hiciste prosperar.* 3 Porque no fue su espada la que conquistó la tierra, ni fue su brazo el que les dio la victoria: fue tu brazo, tu mano derecha; fue la luz de tu rostro, porque tú los amabas. 4 Solo tú eres mi rey y mi Dios. ¡Decreta las victorias de Jacob! 5 Por ti derrotamos a nuestros enemigos; en tu nombre aplastamos a nuestros agresores. 6 Yo no confío en mi arco, ni puede mi espada darme la victoria; 7 tú nos das la victoria sobre nuestros enemigos, y dejas en vergüenza a nuestros adversarios. 8 ¡Por siempre nos gloriaremos en Dios! ¡Por siempre alabaremos tu nombre! Selah 9 Pero ahora nos has rechazado y humillado; ya no sales con nuestros ejércitos. 10 Nos hiciste retroceder ante el enemigo; nos han saqueado nuestros adversarios. 11 Cual si fuéramos ovejas nos has entregado para que nos devoren, nos has dispersado entre las naciones. 12 Has vendido a tu pueblo muy barato, y nada has ganado con su venta. 13 Nos has puesto en ridículo ante nuestros vecinos; somos la burla y el escarnio de los que nos rodean. 14 Has hecho que seamos el hazmerreír de las naciones; todos los pueblos se burlan de nosotros. 15 La ignominia no me deja un solo instante; se me cae la cara de vergüenza 16 por las burlas de los que me injurian y me ultrajan, por culpa del enemigo que está presto a la venganza. 17 Todo esto nos ha sucedido, a pesar de que nunca te olvidamos ni faltamos jamás a tu pacto. 18 No te hemos sido infieles, ni nos hemos apartado de tu senda. 19 Pero tú nos arrojaste a una cueva de chacales; ¡nos envolviste en la más densa oscuridad! 20 Si hubiéramos olvidado el nombre de nuestro Dios, o tendido nuestras manos a un dios extraño, 21 ¿acaso Dios no lo habría descubierto, ya que él conoce los más íntimos secretos? 22 Por tu causa, siempre nos llevan a la muerte; ¡nos tratan como a ovejas para el matadero! 23 ¡Despierta, Señor! ¿Por qué duermes? ¡Levántate! No nos rechaces para siempre. 24 ¿Por qué escondes tu rostro y te olvidas de nuestro sufrimiento y opresión? 25 Estamos abatidos hasta el polvo; nuestro cuerpo se arrastra por el suelo. 26 Levántate, ven a ayudarnos, y por tu gran amor, ¡rescátanos!