Nueva Versión Internacional (Castellano)
(307 Treffer)
1Mo 1,10
A lo seco Dios lo llamó«tierra», y al conjunto de aguas lo llamó«mar». Y Dios consideró que esto era bueno.
1Mo 1,26
y dijo: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes,* y sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo».
1Mo 1,28
y los bendijo con estas palabras: «Sed fructíferos y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; dominad a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo».
1Mo 7,11
Cuando Noé tenía seiscientos años, precisamente en el día diecisiete del mes segundo, se reventaron las fuentes del mar profundo y se abrieron las compuertas del cielo.
1Mo 8,2
Se cerraron las fuentes del mar profundo y las compuertas del cielo, y dejó de llover.
1Mo 9,2
Todos los animales de la tierra sentirán temor y miedo ante vosotros: las aves, las bestias salvajes, los animales que se arrastran por el suelo, y los peces del mar. Todos estarán bajo vuestro dominio.
1Mo 14,3
Estos cinco últimos aunaron fuerzas en el valle de Sidín, conocido como el Mar Muerto.
1Mo 22,17
que te bendeciré en gran manera, y que multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena del mar. Además, tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos.
1Mo 32,12
Tú mismo afirmaste que me harías prosperar, y que mis descendientes serían tan numerosos como la arena del mar, que no se puede contar».
1Mo 41,49
Juntó alimento como quien junta arena del mar, y fue tanto lo que recogió que dejó de contabilizarlo. ¡Ya no había forma de mantener el control!
1Mo 49,13
»Zabulón vivirá a la orilla del mar; será puerto seguro para las naves, y sus fronteras llegarán hasta Sidón.
2Mo 10,19
El SEÑOR hizo entonces que el viento cambiara, y que un fuerte viento del oeste se llevara las langostas y las echara al Mar Rojo. En todo Egipto no quedó una sola langosta.
2Mo 13,18
Por eso les hizo dar un rodeo por el camino del desierto, en dirección al Mar Rojo. Los israelitas salieron de Egipto en formación de combate.
2Mo 14,2
«Ordénales a los israelitas que regresen y acampen frente a Pi Ajirot, entre Migdol y el mar. Que acampen junto al mar, frente a Baal Zefón.
2Mo 14,9
Todo el ejército del faraón —caballos, carros, jinetes* y tropas de Egipto— salió tras los israelitas y les dio alcance cuando estos acampaban junto al mar, cerca de Pi Ajirot y frente a Baal Zefón.
2Mo 14,16
Y tú, levanta tu vara, extiende tu brazo sobre el mar y divide las aguas, para que los israelitas lo crucen sobre terreno seco.
2Mo 14,21
Moisés extendió su brazo sobre el mar, y toda la noche el SEÑOR envió sobre el mar un recio viento del este que lo hizo retroceder, convirtiéndolo en tierra seca. Las aguas del mar se dividieron,
2Mo 14,22
y los israelitas lo cruzaron sobre tierra seca. El mar era para ellos una muralla de agua a la derecha y otra a la izquierda.
2Mo 14,23
Los egipcios los persiguieron. Todos los caballos y carros del faraón, y todos sus jinetes, entraron en el mar tras ellos.
2Mo 14,26
Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés: «Extiende tu brazo sobre el mar, para que las aguas se vuelvan contra los egipcios y contra sus carros y jinetes».
2Mo 14,27
Moisés extendió su brazo sobre el mar y, al despuntar el alba, el agua volvió a su estado normal. Los egipcios, en su huida, se toparon con el mar, y así el SEÑOR los hundió en el fondo del mar.
2Mo 14,28
Al recobrar las aguas su estado normal, se tragaron todos los carros y jinetes del faraón, y a todo el ejército que había entrado al mar para perseguir a los israelitas. Ninguno de ellos quedó con vida.
2Mo 14,29
Los israelitas, sin embargo, cruzaron el mar sobre tierra seca, pues para ellos el mar formó una muralla de agua a la derecha y otra a la izquierda.
2Mo 14,30
En ese día el SEÑOR salvó a Israel del poder de Egipto. Los israelitas vieron los cadáveres de los egipcios tendidos a la orilla del mar.
2Mo 15,1El cántico de Moisés
Entonces Moisés y los israelitas entonaron un cántico en honor del SEÑOR, cuya letra decía: Cantaré al SEÑOR, que se ha coronado de triunfo arrojando al mar caballos y jinetes.
2Mo 15,4
El SEÑOR arrojó al mar los carros y el ejército del faraón. Los mejores oficiales egipcios se ahogaron en el Mar Rojo.
2Mo 15,8
Bastó un soplo de tu nariz para que se amontonaran las aguas. Las olas se irguieron como murallas; ¡se inmovilizaron las aguas en el fondo del mar!
2Mo 15,10
Pero con un soplo tuyo se los tragó el mar; ¡se hundieron como plomo en las aguas turbulentas!
2Mo 15,19El cántico de Miriam
Cuando los caballos y los carros del faraón entraron en el mar con sus jinetes,* el SEÑOR hizo que las aguas se les vinieran encima. Los israelitas, sin embargo, cruzaron el mar sobre tierra seca.
2Mo 15,21
Miriam les cantaba así: Cantad al SEÑOR, que se ha coronado de triunfo arrojando al mar caballos y jinetes.
2Mo 15,22Las aguas de Mara y de Elim
Moisés les ordenó a los israelitas que partieran del Mar Rojo y se internaran en el desierto de Sur. Y los israelitas anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua.
2Mo 20,11
Acuérdate de que en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y que descansó el séptimo día. Por eso el SEÑOR bendijo y consagró el día de reposo.
2Mo 23,31
»Extenderé las fronteras de tu país, desde el Mar Rojo hasta el mar Mediterráneo,* y desde el desierto hasta el río Éufrates. Pondré bajo tu dominio a los que habitan allí, y tú los desalojarás.
4Mo 11,22
Aunque se les degollaran rebaños y manadas completas, ¿les alcanzaría? Y aunque se les pescaran todos los peces del mar, ¿eso les bastaría?
4Mo 11,31Las codornices
El SEÑOR desató un viento que trajo codornices del mar y las dejó caer sobre el campamento. Las codornices cubrieron los alrededores del campamento, en una superficie de casi un día de camino y a una altura de casi un metro* sobre la superficie del suelo.
4Mo 14,25
Pero regresad mañana al desierto por la ruta del Mar Rojo, puesto que los amalecitas y los cananeos viven en el valle.
4Mo 21,4La serpiente de bronce
Los israelitas salieron del monte Hor por la ruta del Mar Rojo, bordeando el territorio de Edom. En el camino se impacientaron
4Mo 21,14
Por eso puede leerse en el libro de las guerras del SEÑOR: «…hacia el Mar Rojo,* los valles y el Arnón.
4Mo 33,8
Partieron de Pi Ajirot y cruzaron el mar hasta llegar al desierto. Después de andar tres días por el desierto de Etam, acamparon en Mara.
4Mo 33,10
Partieron de Elim y acamparon cerca del Mar Rojo.
4Mo 33,11
Partieron del Mar Rojo y acamparon en el desierto de Sin.
4Mo 34,3
»La frontera sur empezará en el desierto de Zin, en los límites con Edom. Por el este, la frontera sur estará donde termina el Mar Muerto.
4Mo 34,5
De allí la frontera se volverá hacia el arroyo de Egipto, para terminar en el mar Mediterráneo.
4Mo 34,6
»La frontera occidental del país será la costa del mar Mediterráneo.
4Mo 34,7
»Para la frontera norte, la línea fronteriza correrá desde el mar Mediterráneo hasta el monte Hor,
4Mo 34,12
y de allí la línea bajará por el río Jordán, hasta el Mar Muerto. »Esas serán las cuatro fronteras del país».
5Mo 1,40
Y ahora, ¡regresad al desierto! Seguid la ruta del Mar Rojo”.
5Mo 2,1Peregrinación por el desierto
»En seguida nos dirigimos hacia el desierto por la ruta del Mar Rojo, como el SEÑOR me había ordenado. Nos llevó mucho tiempo rodear la región montañosa de Seír.
5Mo 3,17
Su frontera occidental era el Jordán en el Arabá, desde el lago Quinéret* hasta el mar del Arabá, que es el Mar Muerto, en las laderas del monte Pisgá.
5Mo 4,49
Incluía además todo el Arabá al este del Jordán, hasta el mar del Arabá, en las laderas del monte Pisgá.
5Mo 11,4
Vosotros visteis lo que hizo contra el ejército de los egipcios, y cómo desató las aguas del Mar Rojo sobre sus caballos y carros de guerra, cuando estos os perseguían a vosotros. El SEÑOR los destruyó para siempre.
5Mo 11,24
Todo lugar donde plantéis el pie será vuestro; vuestro territorio se extenderá desde el desierto hasta el monte Líbano, y desde el río Éufrates hasta el mar Mediterráneo.
5Mo 33,19
Invitarán a los pueblos a subir a la montaña, para ofrecer allí sacrificios de justicia. Disfrutarán de la abundancia del mar y de los tesoros escondidos en la arena».
5Mo 33,23
Acerca de Neftalí dijo: «Neftalí rebosa del favor del SEÑOR, y está lleno de sus bendiciones; sus dominios se extienden desde el mar hasta el desierto».
5Mo 34,2
todo el territorio de Neftalí y de Efraín, Manasés y Judá, hasta el mar Mediterráneo.
Jos 1,4
Vuestro territorio se extenderá desde el desierto hasta el Líbano, y desde el gran río Éufrates, territorio de los hititas, hasta el mar Mediterráneo, que se encuentra al oeste.
Jos 2,10
Tenemos noticias de cómo el SEÑOR secó las aguas del Mar Rojo para que vosotros pasarais, después de haber salido de Egipto. También hemos oído cómo destruisteis completamente a los reyes amorreos, Sijón y Og, al este del Jordán.
Jos 3,16
estas dejaron de fluir y formaron un muro que se veía a gran distancia, más o menos a la altura del pueblo de Adán, junto a la fortaleza de Saretán. A la vez, dejaron de correr las aguas que fluían en el mar del Arabá, es decir, el Mar Muerto, y así el pueblo pudo cruzar hasta quedar frente a Jericó.
Jos 4,23
El SEÑOR, vuestro Dios, hizo lo mismo que había hecho con el Mar Rojo cuando lo mantuvo seco hasta que todos nosotros cruzamos.
Jos 11,4
Todos ellos salieron con sus ejércitos, caballos y carros de guerra. Eran tan numerosos que parecían arena a la orilla del mar.
Jos 12,3
Abarcaba también la parte oriental del Arabá hasta el lago Quinéret,* y de allí al mar del sur, que es el Mar Muerto, por la vía de Bet Yesimot y, más al sur, hasta las laderas del monte Pisgá.
Jos 15,2
La frontera sur, que partía de la bahía ubicada al extremo sur del Mar Muerto,
Jos 15,5
La frontera oriental la formaba el Mar Muerto hasta la desembocadura del río Jordán. La frontera norte se iniciaba en la bahía de la desembocadura del Jordán
Jos 15,11
Después seguía por la parte norte las cuestas de Ecrón, giraba hacia Sicrón, rodeaba el monte Balá y llegaba hasta Jabnel. La línea fronteriza terminaba en el mar Mediterráneo.
Jos 15,12
La frontera occidental la formaba la costa del mar Mediterráneo. Estas son las fronteras de los territorios asignados a la tribu de Judá y sus clanes.
Jos 15,46
de allí al mar, todo el territorio colindante con Asdod, junto con sus poblaciones;
Jos 15,47
Asdod, con sus pueblos y aldeas, y Gaza, con sus pueblos y aldeas, hasta el arroyo de Egipto y la costa del mar Mediterráneo.
Jos 16,3
descendía hacia el oeste al territorio de los jafletitas hasta la región de Bet Jorón de Abajo y Guézer, y terminaba en el mar Mediterráneo.
Jos 16,6
y llegaban hasta el mar Mediterráneo. En Micmetat, que está al norte, hacían una curva hacia el oriente rumbo a Tanat Siló y de allí llegaban a Janoa.
Jos 16,8
De Tapúaj, la frontera seguía hacia el occidente rumbo al arroyo de Caná y terminaba en el mar Mediterráneo. Este es el territorio que recibió como herencia la tribu de Efraín por sus clanes.
Jos 17,9
La frontera continuaba hacia el sur, por el lado norte del arroyo de Caná, hasta llegar al mar Mediterráneo. En esa zona, varias ciudades de la tribu de Efraín se mezclaban con ciudades pertenecientes a Manasés.
Jos 17,10
Los territorios del sur le pertenecían a Efraín y los del norte, a Manasés. El territorio de Manasés llegaba hasta el mar Mediterráneo y bordeaba, por el norte, con la tribu de Aser y, por el este, con la de Isacar.
Jos 18,19
De allí se dirigía a la cuesta norte de Bet Joglá y salía en la bahía norte del Mar Muerto, donde desemboca el río Jordán. Esta era la frontera sur.
Jos 19,29
Luego hacía un giro hacia Ramá, y de allí, hasta la ciudad fortificada de Tiro. Después giraba hacia Josá y salía al mar Mediterráneo.
Jos 23,4
Yo repartí por sorteo, como herencia de vuestras tribus, tanto las tierras de las naciones que aún quedan como las de aquellas que ya han sido conquistadas, entre el río Jordán y el mar Mediterráneo.
Jos 24,6
Cuando saqué de ese país a vuestros antepasados, vosotros llegasteis al Mar Rojo y los egipcios os persiguieron con sus carros de guerra y su caballería.
Jos 24,7
Vuestros antepasados clamaron al SEÑOR, y él interpuso oscuridad entre ellos y los egipcios. El SEÑOR hizo que el mar cayera sobre estos y los cubriera. Vosotros fuisteis testigos de lo que les hice a los egipcios. Después de esto, vuestros antepasados vivieron en el desierto durante mucho tiempo.
Ri 5,17
Galaad habitó más allá del Jordán. Y Dan, ¿por qué se quedó junto a los barcos? Aser se quedó en la costa del mar; permaneció en sus ensenadas.
Ri 7,12
Los madianitas, los amalecitas y todos los otros pueblos del oriente que se habían establecido en el valle eran numerosos como langostas. Sus camellos eran incontables, como la arena a la orilla del mar.
Ri 11,16
Cuando los israelitas salieron de Egipto, caminaron por el desierto hasta el Mar Rojo y siguieron hasta Cades.
1Sam 13,5
Los filisteos también se juntaron para hacerle la guerra a Israel. Contaban con tres mil* carros, seis mil jinetes y un ejército tan numeroso como la arena a la orilla del mar. Avanzaron hacia Micmás, al este de Bet Avén, y allí acamparon.
2Sam 17,11
»El plan que yo propongo es el siguiente: Convoca a todos los israelitas que hay, desde Dan hasta Berseba. Son tan numerosos como la arena a la orilla del mar, y tú mismo debes dirigirlos en la batalla.
2Sam 22,16
A causa de la reprensión del SEÑOR, y por el resoplido de su enojo,* las cuencas del mar quedaron a la vista; ¡al descubierto quedaron los cimientos de la tierra!
2Sam 22,17
»Extendiendo su mano desde lo alto, tomó la mía y me sacó del mar profundo.
1Kön 4,20Prosperidad de Salomón
Los pueblos de Judá y de Israel eran tan numerosos como la arena que está a la orilla del mar; y abundaban la comida, la bebida y la alegría.
1Kön 4,29La sabiduría de Salomón
Dios le dio a Salomón sabiduría e inteligencia extraordinarias; sus conocimientos eran tan vastos como la arena que está a la orilla del mar.
1Kön 5,9
Mis obreros la transportarán desde el Líbano hasta el mar. Allí haré que la aten en forma de balsas para llevarla flotando hasta donde me indiques, y allí se desatará para que la recojas. Tú, por tu parte, tendrás a bien proporcionarle alimento a mi corte».
1Kön 9,26
El rey Salomón también construyó una flota naviera en Ezión Guéber, cerca de Elat en Edom, a orillas del Mar Rojo.
1Kön 9,28
y ellos se hicieron a la mar y llegaron a Ofir, de donde volvieron con unos catorce mil kilos* de oro, que le entregaron al rey Salomón.
1Kön 10,22
Cada tres años, la flota comercial que el rey tenía en el mar, junto con la flota de Hiram, regresaba de Tarsis trayendo oro, plata y marfil, monos y mandriles.*
1Kön 18,43
―Ve y mira hacia el mar —le ordenó a su criado. El criado fue y miró, y dijo: ―No se ve nada. Siete veces le ordenó Elías que fuera a ver,
1Kön 18,44
y la séptima vez el criado le informó: ―Desde el mar viene subiendo una nube. Es tan pequeña como una mano. Entonces Elías le ordenó: ―Ve y dile a Acab: “Engancha el carro y vete antes de que la lluvia te detenga”.
2Kön 14,25
Él fue quien restableció las fronteras de Israel desde Lebó Jamat* hasta el mar del Arabá, según la palabra que el SEÑOR, Dios de Israel, había dado a conocer por medio de su siervo Jonás hijo de Amitay, el profeta de Gat Jefer.
1Chr 16,32
»¡Que resuene el mar y todo cuanto contiene! ¡Que salte de alegría el campo y lo que hay en él!
2Chr 2,16
Nosotros cortaremos del Líbano la madera que necesites, y te la llevaremos por mar hasta Jope, en forma de balsas. De allí tú la llevarás a Jerusalén».
2Chr 20,2
y alguien fue a informarle: «Del otro lado del Mar Muerto y de Edom* viene contra ti una gran multitud. Ahora están en Jazezón Tamar, es decir, en Engadi».
Esr 3,7Se comienza la reconstrucción del templo
Luego dieron dinero a los albañiles y carpinteros. A los de Sidón y Tiro les dieron comida, bebida y aceite para que por mar llevaran madera de cedro desde el Líbano hasta Jope, conforme a la autorización que había dado Ciro, rey de Persia.
Neh 9,6
»¡Solo tú eres el SEÑOR! Tú has hecho los cielos, y los cielos de los cielos con todas sus estrellas.* Tú le das vida a todo lo creado: la tierra y el mar con todo lo que hay en ellos. ¡Por eso te adoran los ejércitos del cielo!
Neh 9,9
»En Egipto viste la aflicción de nuestros padres; junto al Mar Rojo escuchaste sus lamentos.
Neh 9,11
A la vista de ellos abriste el mar, y lo cruzaron sobre terreno seco. Pero arrojaste a sus perseguidores en lo más profundo del mar, como piedra en aguas caudalosas.