Jeremia 41 | Neue evangelistische Übersetzung La Biblia Textual

Jeremia 41 | Neue evangelistische Übersetzung

Die Ermordung Gedaljas

1 Im Oktober desselben Jahres kam Jischmaël Ben-Netanja, der Enkel Elischamas, in Begleitung von zehn anderen Männern zu Gedalja nach Mizpa. Jischmaël gehörte zur königlichen Familie und war einer von den Oberen des Königs gewesen. Als sie zusammen beim Gastmahl saßen, 2 fielen Jischmaël und seine zehn Männer plötzlich mit gezogenen Schwertern über Gedalja Ben-Ahikam her. Sie töteten den Enkel Schafans, den doch der König von Babylon als Statthalter für das Land eingesetzt hatte. 3 Jischmaël ließ auch alle Judäer, die sich bei Gedalja in Mizpa aufhielten, niedermachen und ebenso die chaldäischen Soldaten, die er dort fand. 4 Am nächsten Tag, als noch niemand von der Ermordung Gedaljas erfahren hatte, 5 näherten sich 80 Männer aus Sichem, Schilo und Samaria. Sie hatten ihre Bärte abgeschnitten, ihre Gewänder eingerissen und ihre Haut blutig geritzt und wollten nach Jerusalem, um Weihrauch und Speisopfer in das Haus Jahwes zu bringen. 6 Jischmaël Ben-Netanja ging ihnen von Mizpa aus weinend entgegen und lud sie ein: „Kommt zu Gedalja Ben-Ahikam!“ 7 Als sie aber in der Stadt waren, stachen er und seine Männer sie nieder und warfen ihre Leichen in eine Zisterne. 8 Nur zehn von ihnen ließ Jischmaël am Leben, denn sie hatten ihn angefleht: „Töte uns nicht! Wir geben dir alle unsere Vorräte an Weizen, Gerste, Öl und Honig, die wir auf dem Feld draußen versteckt haben.“ 9 Die Zisterne, in die Jischmaël die Leichen der von ihm getöteten Männer geworfen hatte, war jene große Zisterne, die König Asa wegen der Bedrohung durch König Bascha von Israel hatte aushauen lassen. Jetzt füllte Jischmaël Ben-Netanja sie mit den Erschlagenen. 10 Dann führte er den ganzen Rest des Volkes, der sich in Mizpa befand, gefangen weg, auch die Königstöchter, die Nebusaradan, der Befehlshaber der Leibwache, seinerzeit in die Obhut Gedaljas gegeben hatte. Jischmaël wollte mit ihnen ammonitisches Gebiet erreichen. 11 Als Johanan Ben-Kareach und die anderen Offiziere von den Verbrechen Jischmaëls erfuhren, 12 riefen sie ihre Truppen zusammen und verfolgten ihn. Am großen Teich von Gibeon holten sie ihn ein. 13 Als das Volk, das bei Jischmaël war, Johanan und die anderen Offiziere sah, freuten sie sich. 14 Und alle, die Jischmaël von Mizpa verschleppt hatte, liefen zu Johanan über. 15 Jischmaël Ben-Netanja selbst konnte allerdings mit acht Männern entkommen und floh zu den Ammonitern.

Der Fluchtplan

16 Johanan Ben-Kareach und die Offiziere bei ihm übernahmen nun die Verantwortung für den Rest des Volkes, den sie Jischmaël Ben-Netanja bei Gibeon abgejagt hatten, nachdem dieser Gedalja erschlagen und das Volk von Mizpa entführt hatte. Es waren Männer, Frauen und Kinder, auch einige Soldaten und Hofbeamte. 17 Sie zogen mit ihnen fort und machten erst vor Bethlehem bei der Herberge Kimhams Halt, um von dort aus weiter nach Ägypten zu fliehen, 18 aus Angst vor den Chaldäern. Denn Jischmaël Ben-Netanja hatte den vom babylonischen König eingesetzten Statthalter Gedalja Ben-Ahikam erschlagen.
La Biblia Textual
1 Pero en el mes séptimo, aconteció que Ismael ben Netanías, hijo de Elisama, de la descendencia real, y algunos príncipes del rey y diez hombres con él, llegaron a Gedalías ben Ahicam en Miz­pa; y allí en Mizpa compartieron juntos el pan. 2 Pero Ismael ben Netanías y los diez hombres que estaban con él, puestos en pie, hirieron a espada a Gedalías ben Ahicam ben Safán, matando así a aquél a quien el rey de Babilonia había puesto para gobernar la tierra. 3 Ismael también mató a todos los judíos que estaban con Gedalías en Mizpa, junto con todos los soldados caldeos que estaban allí. 4 Un día después de haber asesinado a Gedalías, cuando nadie lo sabía aún, 5 sucedió que vinieron ciertos hombres de Siquem, de Silo y de Samaria, unos ochenta hombres, con sus barbas raídas, sus vestidos rasgados y sus carnes sajadas, que traían consigo ofrendas e incienso para presentarlos a la Casa de YHVH. 6 E Ismael ben Netanías les salió al encuentro desde Mizpa, llorando mientras caminaba, hasta que los alcanzó, y les dijo: ¡Venid a Gedalías ben Ahicam! 7 Pero al llegar ellos dentro de la ciudad, Ismael ben Netanías los degolló, y apoyado por sus hombres, los echó dentro de una cisterna. 8 Entre aquéllos fueron hallados diez hombres que dijeron a Ismael: No nos mates, porque tenemos en el campo tesoros de trigos y cebadas y aceites y miel. Y los dejó, y no los asesinó como a sus hermanos. 9 La cisterna donde Ismael echó todos los cadáveres de los hombres que había asesinado junto con Gedalías, era la misma que había hecho el rey Asa a causa de Baasa, rey de Israel. Ismael ben Netanías la llenó de cadáveres. 10 Después Ismael llevó cautivo a todo el resto del pueblo que estaba en Mizpa, a las hijas del rey y todos los del pueblo que habían quedado en Mizpa, y que Nabuzaradán, capitán de la guardia, había encomendado a Gedalías ben Ahicam. Los llevó pues cautivos Ismael ben Netanías, y partió con ánimo de pasarse a los hijos de Amón. 11 Pero como Johanán ben Carea y todos los príncipes de la gente de guerra que estaban con él, tuvieron noticia de todo el mal que había hecho Ismael ben Netanías, 12 tomaron a todos los hombres y fueron a pelear contra Ismael ben Netanías, a quien hallaron junto al gran estanque de Gabaón. 13 Y aconteció que en cuanto los del pueblo que estaban con Ismael divisaron a Johanán ben Carea junto con los capitanes de la gente de guerra, se alegraron. 14 Y todo el pueblo que Ismael había llevado cautivo desde Mizpa se volvió y regresó con Johanán ben Carea. 15 Pero Ismael ben Netanías escapó delante de Johanán con ocho hombres y se fue a los hijos de Amón. 16 Y Johanán ben Carea y todos sus capitanes con él, recogieron al resto del pueblo que Ismael ben Netanías había apresado en Mizpa después de asesinar a Gedalías ben Ahicam; esto es, hombres de guerra, mujeres, niños y eunucos, liberados por Johanán en Gabaón. 17 Y partieron y habitaron en Gerut-quimam, que está cerca de Bet-léhem, para luego entrar en Egipto, 18 porque temían a los caldeos, por cuanto Ismael ben Netanías había asesinado a Gedalías ben Ahicam, a quien el rey de Babilonia había puesto como gobernador de la tierra.