NBV.NVIC

  • DBU
  • ELB
  • EU
  • GNB
  • HFA
  • LUT
  • MENG
  • NeÜ
  • NGÜ
  • NLB
  • SLT
  • ZB

Hebräer 3,10 | Nueva Biblia Viva Nueva Versión Internacional (Castellano)

Hebräer 3,10 | Nueva Biblia Viva

Jesús, superior a Moisés

1 Por lo tanto, hermanos míos, a quienes Dios ha apartado para sí y que participan en el mismo llamado de la salvación, piensen ahora en Jesús, apóstol y sumo sacerdote de nuestra fe. 2 Jesús fue fiel a Dios, que lo nombró sumo sacerdote, así como también Moisés fue fiel en el servicio a toda la casa de Dios. 3 Pero Jesús tiene mayor honor que Moisés, porque el que construye una casa tiene más honor que la casa misma. 4 Toda casa es hecha por un constructor, pero Dios es el que construye todo lo que existe. 5 Pues bien, Moisés fue fiel en su trabajo como siervo en la casa de Dios; lo hacía para dar testimonio de lo que Dios diría en el futuro. 6 En cambio, Cristo es fiel como Hijo sobre la casa de Dios. Y nosotros somos la casa de Dios si mantenemos hasta el fin nuestra entereza y la esperanza que nos hace sentir orgullosos.

Advertencia contra la incredulidad

7 Como dice el Espíritu Santo: «Si ustedes escuchan hoy su voz, 8 no endurezcan el corazón como sucedió en la rebelión, en aquel día de prueba en el desierto. 9 Allí sus antepasados me tentaron y me pusieron a prueba, a pesar de haber visto mis obras por cuarenta años. 10 Por eso me enojé con ellos y dije: “Su corazón siempre se extravía y no han reconocido mis caminos”. 11 Entonces, airado contra ellos, juré diciendo: “Jamás entrarán en mi reposo”». 12 Por lo tanto, cuídense, hermanos, y no sean incrédulos ni tengan un corazón perverso que los esté apartando del Dios vivo. 13 Exhórtense todos los días mientras les quede tiempo, para que ninguno se endurezca contra Dios, cegado por el engaño del pecado, 14 pues hemos llegado a tener parte con Cristo, si somos fieles hasta el fin, tal como confiamos en Cristo al principio. 15 Como acabamos de decir: «Si oyen hoy su voz, no endurezcan su corazón como sucedió en la rebelión». 16 ¿Quiénes fueron los que a pesar de haber escuchado la voz de Dios se rebelaron contra él? Los que escaparon de Egipto comandados por Moisés. 17 ¿Contra quiénes estuvo enojado Dios durante aquellos cuarenta años? Contra los que, por haber pecado, murieron en el desierto. 18 Y ¿a quiénes se refería Dios cuando juró que no entrarían a la tierra que había prometido a su pueblo? Se refería a los que lo habían desobedecido. 19 Como podemos ver, no pudieron entrar porque no confiaban en él.

La Nueva Biblia Viva TM Copyright © 2006, 2008 by Biblica, Inc. Used with permission. All rights reserved worldwide. “Biblica”, “International Bible Society” and the Biblica Logo are trademarks registered in the United States Patent and Trademark Office by Biblica, Inc. Used with permission.

Nueva Versión Internacional (Castellano)

Jesús, superior a Moisés

1 Por lo tanto, hermanos, vosotros que habéis sido santificados y que tenéis parte en el mismo llamamiento celestial, considerad a Jesús, apóstol y sumo sacerdote de la fe que profesamos. 2 Él fue fiel al que lo nombró, como lo fue también Moisés en toda la casa de Dios. 3 De hecho, Jesús ha sido estimado digno de mayor honor que Moisés, así como el constructor de una casa recibe mayor honor que la casa misma. 4 Porque toda casa tiene su constructor, pero el constructor de todo es Dios. 5 Moisés fue fiel como siervo en toda la casa de Dios, para dar testimonio de lo que Dios diría en el futuro. 6 Cristo, en cambio, es fiel como Hijo al frente de la casa de Dios. Y esa casa somos nosotros, con tal que mantengamos* nuestra confianza y la esperanza que nos enorgullece.

Advertencia contra la incredulidad

7 Por eso, como dice el Espíritu Santo: «Si oís hoy su voz, 8 no endurezcáis el corazón como sucedió en la rebelión, en aquel día de prueba en el desierto. 9 Allí vuestros antepasados me tentaron y me pusieron a prueba, a pesar de haber visto mis obras cuarenta años. 10 Por eso me enojé con aquella generación, y dije: “Siempre se descarría su corazón, y no han reconocido mis caminos”. 11 Así que, en mi enojo, hice este juramento: “Jamás entrarán en mi reposo”». 12 Cuidaos, hermanos, de que ninguno de vosotros tenga un corazón pecaminoso e incrédulo que os haga apartaros del Dios vivo. 13 Más bien, mientras dure ese«hoy», animaos unos a otros cada día, para que ninguno de vosotros os endurezcáis por el engaño del pecado. 14 Hemos llegado a tener parte con Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin la confianza que tuvimos al principio. 15 Como se acaba de decir: «Si oís hoy su voz, no endurezcáis el corazón como sucedió en la rebelión». 16 Ahora bien, ¿quiénes fueron los que oyeron y se rebelaron? ¿No fueron acaso todos los que salieron de Egipto guiados por Moisés? 17 ¿Y con quiénes se enojó Dios durante cuarenta años? ¿No fue acaso con los que pecaron, los cuales cayeron muertos en el desierto? 18 ¿Y a quiénes juró Dios que jamás entrarían en su reposo, sino a los que desobedecieron?* 19 Como podemos ver, no pudieron entrar por causa de su incredulidad.