Sprüche 1 | Einheitsübersetzung 2016 Nueva Versión Internacional (Castellano)

Sprüche 1 | Einheitsübersetzung 2016

PROLOG DES BUCHES

1 Sprichwörter Salomos, des Sohnes Davids, des Königs von Israel: 2 um Weisheit und Erziehung kennenzulernen, / um kundige Rede zu verstehen, 3 um Erziehung zur Einsicht zu erlangen: / Gerechtigkeit, Rechtssinn und Redlichkeit, 4 um Unerfahrenen Klugheit zu verleihen, / der Jugend Kenntnis und Umsicht. 5 Der Weise höre und vermehre sein Wissen, / der Verständige lerne kluge Führung, 6 um Sprichwort und Gleichnis zu verstehen, / die Worte von Weisen und ihre Rätsel. 7 Die Furcht des HERRN ist Anfang der Erkenntnis, / nur Toren verachten Weisheit und Erziehung.

ERSTE SAMMLUNG

8 Höre, mein Sohn, auf die Mahnung des Vaters / und die Unterweisung deiner Mutter verwirf nicht! 9 Sie sind ein schöner Kranz auf deinem Haupt / und eine Kette für deinen Hals. 10 Mein Sohn, wenn dich Sünder locken, / dann folg ihnen nicht, 11 wenn sie sagen: / Geh mit uns, / wir wollen auf Blut lauern, / dem Arglosen ohne Grund nachstellen; 12 wie die Unterwelt wollen wir sie lebendig verschlingen, / Menschen in ihrer Kraft, als wären sie dem Grab verfallen. 13 Manch kostbares Stück werden wir finden, / mit Beute unsere Häuser füllen. 14 Wirf dein Los in unserm Kreis, / gemeinsam sei uns der Beutel! 15 Mein Sohn, geh nicht mit ihnen, / halte deinen Fuß fern von ihrem Pfad! 16 Denn ihre Füße laufen dem Bösen nach, / sie eilen, Blut zu vergießen. 17 Umsonst wird das Netz ausgespannt / vor den Augen aller Vögel; 18 sie aber lauern auf ihr eigenes Blut, / sie stellen ihrem eigenen Leben nach. 19 So sind die Wege all derer, die unrechten Gewinn machen wollen: / Er nimmt seinen Besitzern das Leben. 20 Die Weisheit ruft laut auf der Straße, / auf den Plätzen erhebt sie ihre Stimme. 21 Im größten Lärm ruft sie, / an den Stadttoren hält sie ihre Reden: 22 Wie lang noch, ihr Törichten, liebt ihr Betörung, / gefällt den Zuchtlosen ihr dreistes Gerede, / hassen die Toren Erkenntnis? 23 Wendet euch meiner Mahnung zu! / Dann will ich auf euch meinen Geist ausgießen / und meine Worte euch kundtun. 24 Als ich rief, habt ihr euch geweigert, / meine drohende Hand hat keiner beachtet; 25 jeden Rat, den ich gab, habt ihr ausgeschlagen, / meine Mahnung gefiel euch nicht. 26 Darum werde auch ich lachen, wenn euch Unglück trifft, / werde spotten, wenn Schrecken über euch kommt, 27 wenn der Schrecken euch wie ein Unwetter naht / und wie ein Sturm euer Unglück hereinbricht, / wenn Not und Drangsal euch überfallen. 28 Dann werden sie nach mir rufen, doch ich antworte nicht; / sie werden mich suchen, aber nicht finden. 29 Weil sie die Einsicht hassten / und nicht die Furcht des HERRN wählten, 30 meinen Rat nicht wollten, / meine ganze Mahnung missachteten, 31 sollen sie nun essen von der Frucht ihres Weges / und von ihren Plänen sich sättigen. 32 Denn die Abtrünnigkeit der Törichten ist ihr Tod, / die Sorglosigkeit der Toren ist ihr Verderben. 33 Wer aber auf mich hört, wohnt in Sicherheit, / ihn stört kein böser Schrecken.

Einheitsübersetzung der Heiligen Schrift © 2016 Katholische Bibelanstalt GmbH, Stuttgart Alle Rechte vorbehalten. Die Herausgeber sind: (Erz-)Bischöfe Deutschlands, Österreichs, der Schweiz u.a. Herausgebender Verlag: Katholische Bibelanstalt GmbH www.bibelwerk.de

Nueva Versión Internacional (Castellano)
1 Proverbios de Salomón hijo de David, rey de Israel: 2 para adquirir sabiduría y disciplina; para discernir palabras de inteligencia; 3 para recibir la corrección que dan la prudencia, la rectitud, la justicia y la equidad; 4 para infundir sagacidad en los inexpertos, conocimiento y discreción en los jóvenes. 5 Escuche esto el sabio, y aumente su saber; reciba dirección el entendido, 6 para discernir el proverbio y la parábola, los dichos de los sabios y sus enigmas. 7 El temor del SEÑOR es el principio del conocimiento; los necios desprecian la sabiduría y la disciplina.

Advertencia contra el engaño

8 Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no abandones las enseñanzas de tu madre. 9 Adornarán tu cabeza como una diadema; adornarán tu cuello como un collar. 10 Hijo mío, si los pecadores quieren engañarte, no vayas con ellos. 11 Estos te dirán: «¡Ven con nosotros! Acechemos a algún inocente y démonos el gusto de matar a algún incauto; 12 traguémonos a alguien vivo, como se traga el sepulcro a la gente; devorémoslo entero, como devora la fosa a los muertos. 13 Obtendremos toda clase de riquezas; con el botín llenaremos nuestras casas. 14 Comparte tu suerte con nosotros, y compartiremos contigo lo que obtengamos». 15 ¡Pero no te dejes llevar por ellos,* hijo mío! ¡Apártate de sus senderos! 16 Pues corren presurosos a hacer lo malo; ¡tienen prisa por derramar sangre! 17 De nada sirve tender la red a la vista de todos los pájaros, 18 pero aquellos acechan su propia vida* y acabarán por destruirse a sí mismos. 19 Así terminan los que van tras ganancias mal adquiridas; por estas perderán la vida.

Advertencia contra el rechazo a la sabiduría

20 Clama la sabiduría en las calles; en los lugares públicos levanta su voz. 21 Clama en las esquinas de calles transitadas; a la entrada de la ciudad razona: 22 «¿Hasta cuándo, muchachos inexpertos, seguiréis aferrados a vuestra inexperiencia? ¿Hasta cuándo, vosotros los insolentes, os complaceréis en vuestra insolencia? ¿Hasta cuándo, vosotros los necios, aborreceréis el conocimiento? 23 Responded a mis reprensiones, y yo os abriré mi corazón;* os daré a conocer mis pensamientos. 24 Como vosotros no me atendisteis cuando os llamé, ni me hicisteis caso cuando os tendí la mano, 25 sino que rechazasteis todos mis consejos y no acatasteis mis reprensiones, 26 ahora yo me burlaré de vosotros cuando caigáis en desgracia. Yo seré quien se ría de vosotros cuando os sobrevenga el miedo, 27 cuando el miedo os sobrevenga como una tormenta y la desgracia os arrastre como un torbellino. 28 »Entonces me llamarán, pero no les responderé; me buscarán, pero no me encontrarán. 29 Por cuanto aborrecieron el conocimiento y no quisieron temer al SEÑOR; 30 por cuanto no siguieron mis consejos, sino que rechazaron mis reprensiones, 31 cosecharán el fruto de su conducta, se hartarán con sus propias intrigas; 32 ¡su descarrío e inexperiencia los destruirán, su complacencia y necedad los aniquilarán! 33 Pero el que me obedezca vivirá tranquilo, sosegado y sin temor del mal».