4.Mose 11,31 | La Biblia Textual

4.Mose 11,31 | La Biblia Textual

Descontento del pueblo

1 Pero aconteció que el pueblo comenzó a murmurar amargamente a oídos de YHVH. Y YHVH lo oyó y se encendió su ira, de manera que el fuego de YHVH ardió contra ellos, y consumió un extremo del campamento. 2 Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a YHVH, y el fuego se extinguió. 3 Y llamó el nombre de aquel lugar Tabirá, porque el fuego de YHVH se había encendido contra ellos. 4 Y la chusma que iba en medio de ellos sintió otra vez un gran deseo, y los hijos de Israel también lloraron, y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne! 5 ¡Cómo nos acordamos del pescado que en Egipto comíamos de balde, de los pepinos, de los melones, de los puerros, de las cebollas y los ajos! 6 Pero ahora nuestra alma se reseca, pues nada ven nuestros ojos sino este maná. 7 Y el maná era como semilla del culantro, y su aspecto como el aspecto del bedelio. 8 El pueblo se dispersaba para recogerlo y lo molían en molinos o lo machacaban en morteros, y lo cocinaban en ollas o hacían bollos con él, y su sabor era como el sabor del bollo de aceite. 9 Por la noche, cuando el rocío descendía sobre el campamento, el maná descendía con él. 10 Y oyó Moisés al pueblo, cómo familias enteras lloraban, cada cual a la entrada de su tienda. Y la ira de YHVH se encendió grandemente, y también fue desagradable ante los ojos de Moisés. 11 Entonces dijo Moisés a YHVH: ¿Por qué maltratas a tu siervo? ¿Por qué no he hallado gracia ante tus ojos, para que hayas echado la carga de todo este pueblo sobre mí? 12 ¿Acaso concebí yo a todo este pueblo o lo engendré, para que me digas: Cárgalo en tu pecho, como una nodriza lleva al que mama, a la tierra que prometiste con juramento a sus padres? 13 ¿De dónde tengo yo carne para todo este pueblo? pues lloran ante mí, diciendo: ¡Danos carne que comer! 14 No puedo yo solo soportar todo este pueblo, pues es demasiado pesado para mí. 15 Si así has de tratarme, mátame del todo si he hallado gracia ante tus ojos, te ruego, para que no vea yo más tu mal. 16 Y YHVH dijo a Moisés: Reúneme a setenta varones de los ancianos de Israel, que tú conozcas como ancianos del pueblo, y a sus oficiales, y llévalos a la entrada de la Tienda de Reunión, y que permanezcan allí contigo. 17 Y Yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del Espíritu que está sobre ti y lo pondré sobre ellos, para que soporten contigo la carga del pueblo y no la lleves tú solo. 18 Y dirás al pueblo: Santificaos para mañana, pues comeréis carne, ya que habéis llorado a oídos de YHVH, diciendo: ¡Quién nos diera a comer carne!, pues nos iba mejor en Egipto. YHVH, pues, os dará carne, y comeréis. 19 No comeréis sólo un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días, 20 sino hasta un mes entero, hasta que os salga por las narices y os provoque náuseas, por cuanto despreciasteis a YHVH, que está en medio vosotros, y llorasteis delante de Él diciendo: ¿Por qué salimos de Egipto? 21 Moisés respondió: Seiscientos mil de a pie es el pueblo en medio del cual estoy, y Tú dices: Les daré carne, y comerán un mes entero. 22 Si se degollara todo el rebaño y el ganado, ¿alcanzaría para ellos? Si se recogieran para ellos todos los peces del mar ¿les sería suficiente? 23 Y YHVH respondió a Moisés: ¿Acaso se ha acortado la mano de YHVH? ¡Ahora verás si se te cumple o no mi palabra! 24 Moisés salió entonces y habló al pueblo las palabras de YHVH. Luego reunió a los setenta varones de los ancianos del pueblo y los hizo estar alrededor del Tabernáculo. 25 YHVH descendió en la nube y le habló. Luego tomó del Espíritu que había sobre él y lo puso sobre los setenta ancianos, y en cuanto el Espíritu descansó sobre ellos profetizaron, pero después no continuaron. 26 Habían quedado en el campamento dos varones, uno de nombre Eldad y el segundo de nombre Medad. El Espíritu reposó también sobre ellos, pues figuraban entre los inscritos, y aunque no habían ido a la Tienda, profetizaron en el campamento. 27 Y un joven corrió y dio aviso a Moisés, y dijo: Eldad y Medad están profetizando en el campamento. 28 Entonces Josué ben Nun, uno de los jóvenes oficiales de Moisés, respondió y dijo: Moisés, señor mío, ¡detenlos! 29 Pero Moisés le dijo: ¿Tienes celos por causa mía? ¡Quien diera que todo el pueblo de YHVH fuera profeta, y que YHVH pusiera su Espíritu sobre ellos! 30 Y Moisés volvió al campamento, él y los ancianos de Israel. 31 Entonces llegó un viento de YHVH que trajo codornices desde el mar, y las arrojó sobre el campamento, como un día de camino por una parte y un día de camino por la otra, a casi dos codos de altura sobre la superficie de la tierra. 32 Y el pueblo estuvo levantado todo aquel día, toda aquella noche y todo el día siguiente recogiendo codornices. Los que menos, recogieron diez hómeres, y las esparcieron alrededor del campamento. 33 Pero mientras la carne aún estaba entre sus dientes, antes que la masticaran, la ira de YHVH se encendió contra el pueblo, y YHVH golpeó al pueblo con un azote muy grande. 34 Y alguien llamó el nombre de aquel lugar Kibrot-hatava, porque allí sepultaron a un pueblo con deseos desordenados. 35 Y de Kibrot-hatava el pueblo partió para Haserot, y permaneció en Haserot.