1.Mose 28,14 | La Biblia Textual

1.Mose 28,14 | La Biblia Textual

Bet-’El Mesopotamia

1 Así pues Isaac llamó a Jacob y lo bendijo, y le ordenó diciendo: No tomarás mujer de las hijas de Canaán. 2 Levántate, ve a Padan-aram, a casa de Betuel, padre de tu madre y toma allí mujer de las hijas de Labán, hermano de tu madre. 3 ’El-Shadday te bendiga, te haga fructificar y te multiplique hasta llegar a ser multitud de pueblos, 4 y te dé la bendición de Abraham, a ti y a tu descendencia contigo, para hacer que tomes posesión de la tierra de tus peregrinaciones, la cual ’Elohim ha dado a Abraham. 5 Así envió Isaac a Jacob, el cual fue a Padan-aram, adonde Labán, hijo de Betuel, el arameo, hermano de Rebeca, madre de Jacob y Esaú. 6 Y vio Esaú que Isaac había bendecido a Jacob y lo había enviado a Padan-aram para tomar de allí mujer para sí, y que, al bendecirlo, le había ordenado que no tomara mujer de entre las hijas de Canaán, 7 y que Jacob al obedecer a su padre y a su madre, se había dirigido a Padan-aram, 8 Esaú comprendió entonces que las hijas de Canaán eran desagradables a ojos de su padre Isaac, 9 y fue Esaú a Ismael, y además de las que tenía, tomó para sí por mujer a Mahalat, hija de Ismael, hijo de Abraham y hermana de Nebayot. 10 Jacob, pues, salió de Beer-seba y se dirigió a Harán, 11 y llegado a cierto lugar, pasó allí la noche porque ya el sol se había puesto. Tomó una piedra del lugar y la puso por su cabecera y se tendió en aquel sitio. 12 Y tuvo un sueño: He aquí una escalera apoyada en la tierra, cuya parte superior alcanzaba los cielos. He aquí los ángeles de Dios subían y bajaban por ella. 13 Y he aquí YHVH estaba en pie sobre ella y dijo: Yo soy YHVH, Dios de tu padre Abraham y Dios de Isaac. La tierra sobre la que estás tendido te la daré a ti y a tu descendencia. 14 Y tu descendencia será como el polvo de la tierra, y te extenderás hacia el mar, al oriente, al norte y hacia Neguev. Y en ti y en tu descendencia serán benditas todas las familias de la tierra. 15 He aquí Yo estoy contigo y te guardaré dondequiera que vayas, y volveré a traerte a esta tierra, pues no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he prometido. 16 Despertó Jacob de su sueño y dijo: Ciertamente YHVH está en este lugar y yo no lo sabía. 17 Y asustado, añadió: ¡Cuán terrible es este lugar! ¡Esto no es sino Casa de Dios y Puerta de los cielos! 18 Jacob madrugó por la mañana y tomando la piedra que había puesto por su cabecera, la erigió como una estela, y derramó aceite sobre su cúspide. 19 Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-’El, sin embargo, al principio, el nombre de la ciudad era Luz. 20 Y Jacob hizo un voto solemne diciendo: Si ’Elohim estuviera conmigo y me protegiera en este camino que ando, y me diera pan para comer y vestido para vestir, 21 y yo volviera en paz a casa de mi padre, y YHVH llegara a ser mi Dios, 22 entonces esta piedra que he puesto como estela será Casa de Dios, y de todo lo que me des, de seguro apartaré el diezmo para ti.