Hesekiel 47,22 | La Biblia Textual Nueva Versión Internacional (Castellano)

Hesekiel 47,22 | La Biblia Textual

El manantial de la casa

1 Me condujo nuevamente a la entrada de la Casa, y he aquí aguas que salían de debajo del umbral de la Casa hacia el oriente, porque la fachada de la Casa miraba al oriente, y las aguas venían desde abajo, del lado derecho de la Casa, al sur del altar. 2 Luego me sacó afuera, por el camino de la puerta del norte, y me hizo dar una vuelta por el camino de afuera, hacia el exterior, por el camino que daba al oriente, y he aquí las aguas salían por el lado sur. 3 Cuando el varón salió hacia el oriente con el cordel en su mano, midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas, hasta los tobillos. 4 Otra vez midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas, hasta las rodillas. Midió luego otros mil, y me hizo pasar por las aguas, hasta los lomos. 5 Midió otros mil, y ya era un río por el que no podía pasar, porque las aguas habían crecido de manera que el río no se podía pasar sino a nado. 6 Y me dijo: ¿Has visto, hijo de hombre? Después me llevó, y me hizo volver a la ribera del río. 7 Y cuando fui traído de regreso, he aquí que en la ribera del río, a uno y otro lado, había muchísimos árboles. 8 Entonces me dijo: Estas aguas fluyen hacia la región del oriente, y descenderán al Arabá, y cuando entren en el mar, el mar de las aguas pútridas, las aguas recibirán sanidad. 9 Y todo ser viviente que nade por dondequiera que entren estos dos ríos, vivirá, y habrá una gran multitud de peces, porque esas aguas han entrado allí para que todas las cosas sean sanadas y vivan dondequiera que llegue el río. 10 Y sucederá que a los pescadores que estén junto al río, desde En-gadi hasta En-eglaim, les será lugar para extender redes; y los peces serán de muchas clases, tan numerosos como los peces del Mar Grande. 11 Pero sus pantanos y sus lagunas no se sanearán, sino que quedarán para salinas. 12 Y en las orillas del río, a uno y otro lado, crecerá toda clase de árboles frutales, cuyas hojas no se marchitarán y cuyos frutos no caerán. Brindarán frutos nuevos todos los meses, porque las aguas que los riegan salen del Santuario, y su fruto será para alimento, y sus hojas para medicina. 13 Así dice Adonay YHVH: Éstos son los límites en que repartiréis la tierra por heredad entre las doce tribus de Israel. José recibirá dos porciones. 14 Y la heredaréis así los unos como los otros, respecto de la cual alcé mi mano jurando que la había de dar a vuestros padres. Por tanto, ésta será la tierra de vuestra heredad. 15 Y éste será el límite de la tierra hacia el lado del norte: desde el Mar Grande, camino de Hetlón viniendo a Zedad, 16 Hamat, Berota, Sibraim, que está entre el límite de Damasco y el límite de Hamat, y Hazar-haticón, que es el límite de Haurán. 17 De manera que el lindero será desde el mar hasta Hazar-enán en el límite de Damasco, teniendo al norte el límite de Hamat. Este será el lado del norte. 18 Y mediréis el límite oriental desde entre Haurán y Damasco, y entre Galaad y la tierra de Israel, junto al Jordán, desde el lindero septentrional hasta el mar oriental. Este será el lado oriental. 19 Del lado meridional, hacia el sur, desde Tamar hasta las aguas de Meribá-Cades, hasta el torrente y el Mar Grande: éste será el lado meridional del límite por el sur. 20 Y el límite occidental será el Mar Grande, desde el lindero meriodional hasta frente a Hamat. Éste será el lado occidental.

Repartición de la tierra prometida

21 Así dividiréis esta tierra entre vosotros según las tribus de Israel. 22 Y echaréis sobre ella suertes por heredad entre vosotros, y entre los extranjeros que moran en medio de vosotros y hayan tenido hijos entre vosotros; ellos os serán como naturales entre los hijos de Israel: echarán suertes con vosotros para tener heredad entre las tribus de Israel. 23 Y sucederá que en cualquier tribu donde habite el extranjero, allí mismo le daréis su heredad, dice Adonay YHVH.

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Nueva Versión Internacional (Castellano)

El río del templo

1 El hombre me trajo de vuelta a la entrada del templo, y vi que brotaba agua por debajo del umbral, en dirección al oriente, que es hacia donde da la fachada del templo. El agua corría por la parte baja del lado derecho del templo, al sur del altar. 2 Luego el hombre me sacó por la puerta del norte, y me hizo dar la vuelta por fuera, hasta la puerta exterior que mira hacia el oriente; y vi que las aguas fluían del lado sur. 3 El hombre salió hacia el oriente con una cuerda en la mano, midió quinientos metros y me hizo cruzar el agua, la cual me llegaba a los tobillos. 4 Luego midió otros quinientos metros y me hizo cruzar el agua, que ahora me llegaba a las rodillas. Midió otros quinientos metros, y me hizo cruzar el agua, que esta vez me llegaba a la cintura. 5 Midió otros quinientos metros, pero la corriente se había convertido ya en un río que yo no podía cruzar. Había crecido tanto que solo se podía cruzar a nado. 6 Entonces me preguntó: «¿Lo has visto, hijo de hombre?» En seguida me hizo volver a la orilla del río, 7 y al llegar vi que en sus márgenes había muchos árboles. 8 Allí me dijo: «Estas aguas fluyen hacia la región oriental, descienden hasta el Arabá, y van a dar al Mar Muerto. Cuando desembocan en ese mar, las aguas son saneadas. 9 Por donde corra este río, todo ser viviente que en él se mueva vivirá. Habrá peces en abundancia porque el agua de este río será saneada, y todo lo que se mueva en sus aguas vivirá. 10 Junto al río se detendrán los pescadores, desde Engadi hasta Eneglayin, porque allí habrá lugar para secar sus redes. Los peces allí serán tan variados y numerosos como en el mar Mediterráneo.* 11 Pero sus pantanos y marismas no serán saneados, sino que quedarán como salinas. 12 Junto a las orillas del río crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas no se marchitarán, y siempre tendrán frutos. Cada mes darán frutos nuevos, porque el agua que los riega sale del templo. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas serán medicinales.

Los límites del país

13 »Así dice el SEÑOR omnipotente: Estos son los límites del país que se repartirá como herencia a las doce tribus de Israel, teniendo en cuenta que a José le tocará una doble porción. 14 A vuestros antepasados les juré darles este país como herencia. Ahora cada uno de vosotros recibirá una parte igual, porque este país es vuestra herencia. 15 »Por el lado norte, comenzando desde el mar Mediterráneo y pasando por la ciudad de Hetlón hasta la entrada de Zedad, los límites del país serán: 16 Jamat, Berotá, Sibrayin —que está entre el territorio de Damasco y el de Jamat— y Jazar Haticón, que limita con Jaurán. 17 Así el límite norte se extenderá desde el mar Mediterráneo hasta Jazar Enán. Al norte quedarán los territorios de Jamat y Jaurán. 18 »Por el oriente, la frontera entre la tierra de Israel y Jaurán, Damasco y Galaad será el río Jordán hasta la ciudad de Tamar, que está junto al Mar Muerto; este será el lado oriental. 19 »Por el sur, la frontera irá desde Tamar hasta el oasis de Meribá Cades, en dirección al torrente de Egipto hasta el mar Mediterráneo. Este será el límite sur. 20 »Por el occidente, la frontera será el mar Mediterráneo, desde el límite sur hasta la costa que está a la altura de Lebó Jamat.* Este será el límite occidental. 21 »Deberéis repartiros esta tierra entre las doce tribus de Israel. 22 La sortearéis como herencia entre vosotros, y entre los extranjeros que habiten entre vosotros y que entre vosotros hayáis tenido, a los cuales deberéis considerar israelitas de nacimiento. Por tanto, estos extranjeros recibirán una herencia con vosotros entre las tribus de Israel. 23 Y en la tribu donde esté residiendo el extranjero, allí le daréis su herencia. Lo afirma el SEÑOR omnipotente.