2.Mose 1 | Einheitsübersetzung 2016 La Biblia Textual

2.Mose 1 | Einheitsübersetzung 2016

ISRAEL IN ÄGYPTEN

Jakobs Nachkommen in Ägypten

1 Das sind die Namen der Söhne Israels, die nach Ägypten gekommen waren - mit Jakob waren sie gekommen, jeder mit seiner Familie: 2 Ruben, Simeon, Levi, Juda, 3 Issachar, Sebulon, Benjamin, 4 Dan, Naftali, Gad und Ascher. 5 Es waren siebzig Personen; sie alle stammten von Jakob ab. Josef aber war bereits in Ägypten. 6 Josef, alle seine Brüder und seine Zeitgenossen waren gestorben. 7 Aber die Söhne Israels waren fruchtbar, sodass das Land von ihnen wimmelte. Sie vermehrten sich und wurden überaus stark; sie bevölkerten das Land. 8 In Ägypten kam ein neuer König an die Macht, der Josef nicht gekannt hatte. 9 Er sagte zu seinem Volk: Seht nur, das Volk der Israeliten ist größer und stärker als wir. 10 Gebt Acht! Wir müssen überlegen, was wir gegen es tun können, damit es sich nicht weiter vermehrt. Wenn ein Krieg ausbricht, könnte es sich unseren Feinden anschließen, gegen uns kämpfen und aus dem Lande hinaufziehen. 11 Da setzte man Fronvögte über es ein, um es durch schwere Arbeit unter Druck zu setzen. Es musste für den Pharao die Städte Pitom und Ramses als Vorratslager bauen. 12 Je mehr man es aber unter Druck hielt, umso stärker vermehrte es sich und breitete sich aus. Da packte sie das Grauen vor den Israeliten. 13 Die Ägypter gingen hart gegen die Israeliten vor und machten sie zu Sklaven. 14 Sie machten ihnen das Leben schwer durch harte Arbeit mit Lehm und Ziegeln und durch alle möglichen Arbeiten auf den Feldern. So wurden die Israeliten zu harter Sklavenarbeit gezwungen. 15 Zu den hebräischen Hebammen - die eine hieß Schifra, die andere Pua - sagte der König von Ägypten: 16 Wenn ihr den Hebräerinnen Geburtshilfe leistet, dann achtet auf das Geschlecht! Ist es ein Knabe, so lasst ihn sterben! Ist es ein Mädchen, dann kann es am Leben bleiben. 17 Die Hebammen aber fürchteten Gott und taten nicht, was ihnen der König von Ägypten gesagt hatte, sondern ließen die Kinder am Leben. 18 Da rief der König von Ägypten die Hebammen zu sich und sagte zu ihnen: Warum tut ihr das und lasst die Kinder am Leben? 19 Die Hebammen antworteten dem Pharao: Die hebräischen Frauen sind nicht wie die ägyptischen, denn sie sind voller Leben. Bevor die Hebamme zu ihnen kommt, haben sie schon geboren. 20 Gott verhalf den Hebammen zu Glück; das Volk aber vermehrte sich und wurde sehr stark. 21 Weil die Hebammen Gott fürchteten, gab er ihnen Nachkommen. 22 Daher gab der Pharao seinem ganzen Volk den Befehl: Alle Knaben, die den Hebräern geboren werden, werft in den Nil! Die Mädchen dürft ihr alle am Leben lassen.

Einheitsübersetzung der Heiligen Schrift © 2016 Katholische Bibelanstalt GmbH, Stuttgart Alle Rechte vorbehalten. Die Herausgeber sind: (Erz-)Bischöfe Deutschlands, Österreichs, der Schweiz u.a. Herausgebender Verlag: Katholische Bibelanstalt GmbH www.bibelwerk.de

La Biblia Textual

Esclavitud y genocidio

1 Estos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto; con Jacob entraron, cada uno con su familia: 2 Rubén, Simón, Leví y Judá, 3 Isacar, Zabulón y Benjamín, 4 Dan y Neftalí, Gad y Aser. 5 Todas las personas descendientes de Jacob, fueron setenta almas, pues José ya estaba en Egipto. 6 Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación. 7 Pero los hijos de Israel fueron fecundos y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra. 8 Entonces se levantó en Egipto otro rey, que no conocía a José, 9 y dijo a su pueblo: Ciertamente el pueblo de los hijos de Israel es más numeroso y fuerte que nosotros. 10 Vamos, procedamos con astucia contra él, no sea que se multiplique, y suceda que cuando sobrevenga una guerra, se una también con los que nos aborrecen, y luche contra nosotros y se vaya de esta tierra. 11 Entonces les impusieron capataces de trabajos forzados para que los abrumaran con sus cargas. Así se edificaron para Faraón las ciudades almacenes de Pitón y Rameses. 12 Pero cuanto más los oprimían, más se multiplicaban y esparcían, hasta que llegaron a sentir aversión por los hijos de Israel. 13 Los egipcios esclavizaron a los hijos de Israel con tiranía, 14 y amargaron su vida con duro trabajo de arcilla y adobes, con toda clase de labores del campo y en toda suerte de trabajos que tuvieron que servir por causa de la opresión. 15 Entonces el rey de Egipto habló a las parteras hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y el nombre de la segunda era Puá, 16 y dijo: Cuando asistáis al parto a las hebreas, observad los asientos. Si es hijo, hacedlo morir, y si es hija, que viva. 17 Pero las parteras tuvieron temor de ’Elohim, y no hicieron conforme a lo que el rey de Egipto les había ordenado, sino que dejaron vivir a los niños. 18 Por lo cual el rey egipcio hizo llamar a las parteras, y les dijo: ¿Por qué habéis hecho esto, y dejáis vivir a los niños? 19 Y las parteras respondieron a Faraón: Porque las mujeres hebreas no son como las mujeres egipcias, pues son vivaces y dan a luz antes que la partera llegue a ellas. 20 Y ’Elohim favoreció a las parteras, y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera. 21 Y por haber temido las parteras a ’Elohim, Él les concedió muchos descendientes. 22 Sin embargo, Faraón ordenó a todo su pueblo, diciendo: Echad al Nilo a todo hijo que nazca, pero a toda hija dejadla con vida.