Psalm 65

Elberfelder Bibel

von SCM Verlag
1 Dem Chorleiter. Ein Psalm. Von David. Ein Lied.2 Dir ⟨gilt⟩ Stille[1], Lobgesang, Gott, in Zion, und dir soll man das Gelübde erfüllen. (Ps 66,13; Ps 116,18)3 Hörer des Gebets, zu dir wird alles Fleisch kommen. (1Kön 9,3; 2Kön 20,5; 1Joh 5,14)4 Sündige Taten[2] haben mich überwältigt; unsere Vergehen[3], du wirst sie vergeben. (Ps 38,5; Mi 7,18)5 Glücklich, den du erwählst und nahen lässt, dass er wohne in deinen Vorhöfen! Wir werden gesättigt werden mit dem Gut deines Hauses, dem Heiligen deines Tempels. (Ps 36,9; Ps 84,5)6 Du wirst uns furchtbare Dinge in Gerechtigkeit antworten, Gott unseres Heils[4], du Zuversicht aller Enden der Erde und des fernen Meeres, (Jes 12,2; Jes 45,22; Jes 63,1)7 der die Berge festigt durch seine Kraft, umgürtet ist mit Macht, (Ps 93,1; Jer 10,12)8 der das Brausen der Meere besänftigt, das Brausen ihrer Wellen und das Getümmel der Völker. (Ps 89,10; Ps 107,29; Jes 17,13; Mt 8,26)9 Und so fürchten sich die Bewohner der Enden ⟨der Erde⟩ vor deinen Zeichen; die Aufgänge des Morgens und des Abends lässt du jauchzen[5]. (Dan 4,2; Mal 1,11)10 Du hast das Land heimgesucht und es überschüttet, du bereicherst es sehr: Gottes Bach ist voll Wasser. Du bereitest ihnen Getreide, wenn du ⟨das Land⟩ so bereitest:11 Du tränkst seine Furchen, ebnest seine Schollen, du erweichst es mit Regengüssen, segnest sein Gewächs. (5Mo 11,12; Ps 68,10; Ps 104,13; Apg 14,17; Hebr 6,7)12 Du hast das Jahr deiner Güte gekrönt, und deine Spuren triefen von Fett.13 Es triefen die Weideplätze der Steppe, und mit Jubel umgürten sich die Hügel. (Ps 98,8; Jes 44,23; Jes 55,12; Joe 2,22)14 Die Weiden bekleiden sich mit Herden, und die Täler bedecken sich mit Korn; sie jauchzen, ja, sie singen! (Ps 144,13; Jes 35,1)

Psalm 65

Nueva Versión Internacional

von Biblica
1 A ti, oh Dios de Sión, te pertenece la alabanza. A ti se te deben cumplir los votos,2 porque escuchas la oración. A ti acude todo mortal,3 a causa de sus perversidades. Nuestros delitos nos abruman, pero tú los perdonaste.4 ¡Dichoso aquel a quien tú escoges, al que atraes a ti para que viva en tus atrios! Saciémonos de los bienes de tu casa, de los dones de tu santo templo.5 Tú, oh Dios y Salvador nuestro, nos respondes con imponentes obras de justicia; tú eres la esperanza de los confines de la tierra y de los más lejanos mares.6 Tú, con tu poder, formaste las montañas, desplegando tu potencia.7 Tú calmaste el rugido de los mares, el estruendo de sus olas, y el tumulto de los pueblos.8 Los que viven en remotos lugares se asombran ante tus prodigios; del oriente al occidente tú inspiras canciones de alegría.9 Con tus cuidados fecundas la tierra, y la colmas de abundancia. Los arroyos de Dios se llenan de agua, para asegurarle trigo al pueblo. ¡Así preparas el campo!10 Empapas los surcos, nivelas sus terrones, reblandeces la tierra con las lluvias y bendices sus renuevos.11 Tú coronas el año con tus bondades, y tus carretas se desbordan de abundancia.12 Rebosan los prados del desierto; las colinas se visten de alegría.13 Pobladas de rebaños las praderas, y cubiertos los valles de trigales, cantan y lanzan voces de alegría.

Psalm 65

La Biblia Textual

von Sociedad Bíblica Iberoamericana
1 ¡Oh ’Elohim, aún te aguarda la alabanza en Sión! A ti se pagarán los votos.2 Oh Tú que escuchas la oración: A ti vendrá toda carne.3 La suma de mis iniquidades es demasiado pesada para mí, Pero Tú mismo harás expiación por nuestras transgresiones.4 ¡Cuán bienaventurado es aquél a quien Tú escoges, Y haces que se acerque a ti para que more en tus atrios! Seremos saciados del bien de tu Casa, de tu santo templo.5 ¡Nos responderás con terribles proezas de justicia, Oh Dios de nuestra salvación! ¡Esperanza de todos los confines de la tierra, Y de las más lejanas islas del mar!6 Tú, el que afirma las montañas con su fortaleza, Ceñido de valentía;7 El que sosiega el estruendo de los mares, El estruendo de sus olas, Y el alboroto de las naciones.8 Por eso los que habitan en los últimos confines temen delante de tus portentos. ¡Tú haces alegrar las puertas de la aurora y la entrada del ocaso!9 Visitas la tierra, y la riegas abundantemente, La colmas de tus riquezas Con el torrente de Dios pleno de aguas, Preparas sus trigales cuando la has aparejado.10 Inundas sus surcos; Haces descender el agua en sus canales; Igualas los terrones; con la llovizna los vuelves esponjosos, Y bendices sus brotes.11 Coronas el año con tus bondades, Y tus sendas destilan abundancia.12 Vístese el desierto de hierba, Y los collados resplandecen de alegría.13 Los prados se adornan de rebaños, Los valles se cubren de grano, dan voces de júbilo, y cantan.